Crítica:MÚSICA

La primavera de una orquesta joven

Coincidiendo con el quinto aniversario de su fundación, la Joven Orquesta Nacional de España, que dirige Edmon Colomer, tuvo a su cargo el cuarto concierto de inauguración del Auditorio Nacional. Esta formación supone una de las más positivas aportaciones a nuestra vida musical.Se reunieron anteayer, en la gran sala del auditorio, funda dores, antiguos integrantes y profesores activos de la JONDE para interpretar, en unión de un grupo de solistas y del Orfeó Catalá, que dirige actualmente Jordi Casas, un programa dedicado al más grande compositor de nuestro siglo, Igor Stravinski: ...

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Coincidiendo con el quinto aniversario de su fundación, la Joven Orquesta Nacional de España, que dirige Edmon Colomer, tuvo a su cargo el cuarto concierto de inauguración del Auditorio Nacional. Esta formación supone una de las más positivas aportaciones a nuestra vida musical.Se reunieron anteayer, en la gran sala del auditorio, funda dores, antiguos integrantes y profesores activos de la JONDE para interpretar, en unión de un grupo de solistas y del Orfeó Catalá, que dirige actualmente Jordi Casas, un programa dedicado al más grande compositor de nuestro siglo, Igor Stravinski: Las bodas y La consagración de la primavera, dos aspectos bien distintos de una misma sustancialidad que parte de las lejanas o menos lejanas tradiciones rusas.

Joven Orquesta Nacional

Director: Edmon Colomer. Orfeó Catalá. Director: Jordi Casas. Solistas: A. Bañados, So Young Moon Chaa, Patrin García y A. Riera (pianistas), M Teresa Uribe (soprano), J. Mayeur (mezzo), P. Wilson (tenor), Kondo Georgiou (barítono); Francisco Díaz, Marc Cabero, Rafael Mas, Juan Carlos Murgui, Concepción San Gregorio y Martín Valdés (percusionistas). Obras de Stravinski. Auditorio Nacional, 24 de octubre.

Se pidió a la Joven Orquesta un verdadero esfuerzo y lo realizó con éxito. Si en Las bodas los cuatro pianistas (Aníbal Bañados, So Young Moon Chaa, Patrin García y Andreu Riera), el cuarteto vocal y los seis percusionistas llegaron a resultados de gran belleza, toda la orquesta venció las mil dificultades de la consagración, alta cima en la evolución de la música europea, llena de escollos y dificultades de todo orden: rítmicas, métricas, dinámica y situacionales. Quizá resultó imposible un control exacto de la gran masa orquestal y, dadas las espléndidas condiciones acústicas de la sala, hubo momentos, como el comienzo de la obra, que sonaron más fuertes de lo debido.

Excelente en Las bodas el Orfeó Catalá que, al cuidado de Jordi Casas, retorna el más lúcido talante de su historia. Agrupación especialmente querida en Madrid, el Orfeó fue ovacionado largamente, al igual que la JONDE, la soprano chilena María Teresa Uribe, la mezzo francesa Jacquelin Mayeur, el tenor británico Paul Wilson y el bajo griego Andonis Kondo-Georgiou, equilibrados y fundidos en el mismo concepto y en igual estilo.

Edmon Colomer demostró, una vez más, su amor al detallismo, sus dotes para un trabajo tan peculiar y especializado como la conjunción y formación de instrumentistas recién salidos de las aulas. La JONDE, que tiene por el momento su casa en el auditorio, la tendrá definitiva, a partir de 1991, cuando se inaugure el nuevo centro musical de Cuenca, actualmente en construcción, obra de García de Paredes, como el Auditorio Nacional.

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