Japón fija unos controles que impiden la importación de limones españoles

La Administración japonesa ha fijado unos controles para la importación de limones españoles que prácticamente hacen imposibles o muy difíciles nuestras ventas de este producto en aquel país. En medios exportadores se considera indispensable modificar esas condiciones si se quiere abrir realmente este mercado.

El sector citrícola español mantiene una lucha desde hace más de una década para la apertura del mercado japonés a nuestros productos. A pesar de los esfuerzos de la Administración y del propio sector, nunca se habían logrado compromisos para la entrada de los cítricos españoles. ...

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La Administración japonesa ha fijado unos controles para la importación de limones españoles que prácticamente hacen imposibles o muy difíciles nuestras ventas de este producto en aquel país. En medios exportadores se considera indispensable modificar esas condiciones si se quiere abrir realmente este mercado.

El sector citrícola español mantiene una lucha desde hace más de una década para la apertura del mercado japonés a nuestros productos. A pesar de los esfuerzos de la Administración y del propio sector, nunca se habían logrado compromisos para la entrada de los cítricos españoles. Japón es un mercado que absorbe anualmente unas 600.000toneladas de limones, cantidad que copa Estados Unidos, productor que sería el primer interesado en que España no penetre en el país asiático.

Tras nuestro ingreso en la Comunidad, y dentro de las negociaciones globales con la CE, Japón aceptó el compromiso para la apertura progresiva de ese mercado a los cítricos españoles. En los últimos meses, técnicos de la Administración española y japoneses, fijaron las condiciones para la exportación de esa mercancía, aspectos que han sido rechazados globalmente por los exportadores.

Según fuentes del sector, con las condiciones fijadas por Japón, resulta prácticamente imposible colocar una sola tonelada en ese mercado en buenas condiciones de competitividad. Según ese compromiso, se requiere que el producto a exportar sea sometido a un período de cuarentena de unos 16 días en España. Tras esta primera fase de control, el transporte en barco supone un período de otros 24 días. Una vez el producto en territorio japonés, es optativa la aplicación de un nuevo control. Todo ello supone un período de más de 40 días desde la recolección del limón hasta su posible puesta en el mercado nipón. Japón suponía la posibilidad de colocar anualmente un mínimo de unas 30.000 toneladas de limones.

Las duras condiciones fijadas por este país, según medios del sector citrícola, responden a las medidas de presión norteamericanas, cuyos operadores no estarían dispuestos a compartir el mercado con nuevos exportadores. Para el Comité de Gestión de Cítricos, la medida aireada por la Comunidad no va a tener ninguna eficacia si Japón no rebaja sus condiciones sanitarias de control hasta unos niveles similares a los que se practican en otros países de la CE o en Estados Unidos.

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