Un centenar de policías brasileños cuida de la seguridad de Jordi Pujol en Río

ENVIADO ESPECIAL

Alrededor de un centenar de policías brasileños cuidan de la seguridad del presidente de la Generalitat durante las 48 horas que dura la visita de Jordi Pujol a Río de Janeiro, donde se encuentra invitado por el gobernador del Estado (equivalente al presidente de una comunidad autonoma), Wellington Moreira. El dispositivo montado por las autoridades brasileñas incluye agentes de la policía militar vestidos de uniforme de campaña y con metralletas y es equiparable al que rodea las visitas de un jefe de Estado a la ciudad brasileña.

El programa de Pujol en Río ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

ENVIADO ESPECIAL

Alrededor de un centenar de policías brasileños cuidan de la seguridad del presidente de la Generalitat durante las 48 horas que dura la visita de Jordi Pujol a Río de Janeiro, donde se encuentra invitado por el gobernador del Estado (equivalente al presidente de una comunidad autonoma), Wellington Moreira. El dispositivo montado por las autoridades brasileñas incluye agentes de la policía militar vestidos de uniforme de campaña y con metralletas y es equiparable al que rodea las visitas de un jefe de Estado a la ciudad brasileña.

El programa de Pujol en Río consiste en presidir un acto de homenaje al doctor Barraquer, célebre oftalmólogo catalán, una cena en la Casa de España (ambos actos se celebraron en la noche del jueves); inaugurar unas jornadas de medicina y traumatología de fútbol; visitar al gobernador y al presidente de la Asamblea legislativa donde se le concederá el título de ciudadano de honor del Estado de Rio de Janeiro; y en mantener otras entrevistas de contenido menos político.

Extrañeza

El gran despliege de medidas de seguridad alrededor de Pujol provoca extrañeza en diferentes medios diplomáticos. En la protección de Pujol participan agentes del cuerpo llamado Batallón de Choque (policía motorizada), agentes de operaciones especiales (equivalente a los geos españoles), policía federal, policía militar y el cuerpo de bomberos. Además, agentes de paisano custodian los alrededores del hotel comunicándose entre ellos con transmisores.La escena más aparatosa fue sin duda la llegada al aeropuerto de Río de Janeiro a las 17 horas del jueves (22 hora peninsular española) donde 30 agentes de la policía militar, armados con subfusiles, envolvieron al presidente de la Generalitat cuando abandonó la sala de autoridades para subir a un magnífico coche de la marca Ford, de color negro, equiparable a una limousine de gran lujo por el que la Generalitat paga más de 500 dólares diarios. El Ford abría la comitiva de los 16 coches modelo Chevrolet que la Generalitat ha alquilado para desplazar a consellers, y a una parte del séquito oficial. La policía motorizada -entre 7 y 10 agentes- cortan el tráfico de la ciudad en todos los desplazamientos de Pujol.

Los presidentes de la Diputación de Lérida y Gerona, que forman parte de la comitiva, respondieron ayer a las críticas socialistas por su desplazamiento. El convergente Ramón Company, presidente de la corporación leridana, justificó su viaje de turismo alegando que había sido invitado por la Comisión del Quinto Centenario. Aunque no realiza ningún tipo de actividad pública, Company considera que las críticas del PSC son demagógicas y compara su viaje con el que hizo tiempo atrás el ex presidente de la Diputación de Lérida, el socialista Ramón Vilalta, respondiendo a una invitación de la embajada de Estados Unidos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En