Múgica admite que los jueces investigen en los desagües del Estado, plantas, azoteas y tejados"

El ministro de Justicia, Enrique Múgica Herzog, se mostró ayer partidario de la división de poderes y de la colaboración entre los mismos, durante el coloquio que siguió a su discurso de clausura del curso de verano sobre Liberalismo y socialismo, organizado por la Universidad Complutense y celebrado en El Escorial. De acuerdo con tal división, y a propósito del caso Amedo, reconoció el derecho de los jueces a investigar, dentro de la ley, "no sólo en los desagües del Estado, sino en las plantas, azoteas y tejados". Recordó que la fuente de los tres poderes del Estado es la soberanía popular....

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El ministro de Justicia, Enrique Múgica Herzog, se mostró ayer partidario de la división de poderes y de la colaboración entre los mismos, durante el coloquio que siguió a su discurso de clausura del curso de verano sobre Liberalismo y socialismo, organizado por la Universidad Complutense y celebrado en El Escorial. De acuerdo con tal división, y a propósito del caso Amedo, reconoció el derecho de los jueces a investigar, dentro de la ley, "no sólo en los desagües del Estado, sino en las plantas, azoteas y tejados". Recordó que la fuente de los tres poderes del Estado es la soberanía popular.

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Al término de su discurso de clausura, Múgica fue interpelado por los estudiantes asistentes al curso, dirigido por el catedrático de Sociología José Jiménez Blanco, y más tarde preguntado por los informadores sobre cuestiones de actualidad política relacionadas con su departamento.Sobre las recientes manifestaciones del presidente del Gobierno, Felipe González, respecto a los policías José Amedo y Michel Domínguez -en prisión por orden judicial, por su presunta implicación en la organización terrorista Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL)-, Múgica aseguró: "Niego en absoluto que el presidente del Gobierno haya dado apoyo a tales funcionarios policiales", y puso énfasis en las siguientes palabras, "¡pendientes del auto de procesamiento!". "Lo que quiere decir el presidente", explicó, "es que él tiene que defender a los funcionarios policiales que combaten el terrorismo, separando a aquellos que hayan cometido delito, según sentencia, que el Ejecutivo respetará, porque respeta la independencia judicial".

Un estudiante, que recordó la frase de Einstein "confusión en los fines y perfección en los medios", para acusar al Ejecutivo socialista, mayoritario en el Parlamento, de intentar apoderarse del poder judicial, inquirió sobre las órdenes de Felipe González para que no declararan al juez del caso Amedo altos funcionarios de Interior y sobre las referencias presidenciales a la defensa del Estado "en los desagües". Múgica se mostró partidario de la división de poderes, si bien recordó que surgió, con Montesquieu, frente al monarca absoluto, y agregó que la Revolución Francesa aportó más tarde la idea de la soberanía popular como fuente de todo poder.

Retomada por los periodistas la cuestión de los desagües, el ministro de Justicia afirmó que las palabras del presidente habían suscitado un escándalo exagerado. Respondiendo en concreto sobre las posibilidades de los jueces cuando investigan delitos, Múgica declaró que pueden penetrar "no sólo en los desagües del Estado, sino en las plantas, azoteas y tejados, siempre de acuerdo con las normas legales". Sin embargo, no quiso avanzar ningún dato más de la ley anunciada por González para regular las prerrogativas del Gobierno respecto a los otros poderes.

Libertad y seguridad

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Múgica realizó en su discurso un alegato en favor de la tradición liberal del socialismo, "único vehículo", dijo, "de consolidación de las libertades" que los socialistas contribuyeron a introducir en la Constitución de 1978. Tomando pie en estas palabras, se le preguntó por sus diferencias de criterio con el presidente González, ante la opción reiteradamente adoptada por éste en favor de la seguridad sobre la libertad. "No creo que se produzca ningún choque con el jefe del Gobierno", contestó Múgica, quien invocó "los 20 años de trabajo juntos, el respeto intelectual y gran afecto mutuos", y añadió: "No creo que el presidente haya separado dos conceptos que no son antinómicos, sino armónicos, porque el ejercicio de la libertad tiene que ser garantizado por la seguridad".Como plasmación de esta idea, auguró una fructífera colaboración con el titular del Ministerio del Interior, José Luis Corcuera. A propósito del terrorismo, reiteró que nunca puede haber negociación política con ETA, y admitió, en cambio, el diálogo para la pacificación de Euskadi, "siempre que se cumpla la condición coyuntural de la liberación de Revilla y la permanente del cese de la violencia". En cuanto al rescate de Herri Batasuna para el fuego democrático, dijo que el marco debe ser el Parlamento, del que sus miembros se encuentran ausentes.

Sobre la situación en las cárceles, Múgica dijo que el objetivo de las medidas adoptadas es reducir y prevenir determinadas enfermedades. Reconoció la "lamentable" situación de las prisiones y anunció que, para su remedio, en 1988 se inaugurarán establecimientos penitenciarios en Ávila, Sevilla y Santa Cruz de Tenerife y en 1989 en Valencia, Málaga y Jaén. Recordó que en 1982 había 5.554 funcionarios para 23.000 reclusos, mientras que hoy existen 11.520 para 25.000 (aparte de los 5.000 internos dependientes de la Generalitat de Cataluña).

En relación con la posible denegación de la libertad condicional al ex general Alfonso Armada por la Sala de Vacaciones del Tribunal Supremo, y preguntado sobre si se acelerará la tramitación del indulto para algunos de los condenados por la intentona golpista del 23-F, Múgica fue tajante: "Ni se acelerará ni se dejará de acelerar; los trámites se realizarán del mismo modo que con los demás reclusos.

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