Teherán juega la baza diplomática en el caso del Airbus

Irán, en una de sus peores crisis desde la revolución de 1979, está efectuando, según fuentes diplomáticas en Teherán, una delicada jugada de póquer diplomático en el caso del Airbus de la compañía de bandera de la República Islámica derribado por cohetes disparados por un navío norteamericano el pasado 3 de julio. El liderazgo del régimen, tras descartar la adopción de represalias contra EE UU, ha depositado su confianza, al menos oficialmente, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Alí Akbar Velayati, partió ayer hacia Nueva York don...

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Irán, en una de sus peores crisis desde la revolución de 1979, está efectuando, según fuentes diplomáticas en Teherán, una delicada jugada de póquer diplomático en el caso del Airbus de la compañía de bandera de la República Islámica derribado por cohetes disparados por un navío norteamericano el pasado 3 de julio. El liderazgo del régimen, tras descartar la adopción de represalias contra EE UU, ha depositado su confianza, al menos oficialmente, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Alí Akbar Velayati, partió ayer hacia Nueva York donde, mañana, participará en la sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar de las circunstancias en que se abatió el aparato, cuyos 290 pasajeros y tripulantes resultaron muertos. Antes de tomar el avión en Teherán, Velayati dijo que el consejo hará frente a una prueba crucial y que "el resultado de la sesión mostrará la firmeza con la que apoya a la Carta de las Naciones Unidas".El viceministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Javad Larijani, aseguró por su parte que Irán "prefiere no ser hostil" y llevar el caso por los canales diplomáticos, pero que su Gobierno se muestra escéptico sobre los resultados a que se llegue. "No somos ingenuos", dijo. "Utilizaremos otros medios si nos vemos forzados a ello". Fuentes diplomáticas interpretan estas palabras como un indicio de que Teherán quiere hacer ver que no descarta el recurso a métodos violentos si es mal tratado por la comunidad internacional.

El Larijani descartó la posibilidad de acercamiento entre Estados Unidos e Irán a menos que la Administración norteamericaria ponga fin a sus "actividades hostiles", termine con su apoyo a Irak y retire sus barcos de guerra del golfo Pérsico.

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