La humedad derrumba la techumbre de la Casa del Greco

Una de las salas de la Casa Museo del Greco, que es uno de los principales recintos toledanos destinados a albergar la obra del pintor, ha sido desalojada y las obras en ella expuestas han tenido que ser trasladadas a la planta baja del edificio, al haberse desmoronado, el pasado viernes, parte de la techumbre del edificio, como consecuencia de una gotera.Según fuentes de la Delegación del Gobierno en Toledo y de los responsables del propio museo, ninguna de las importantes obras que alberga el edificio ha sufrido daños, ya que el traslado de estas obras pudo iniciarse inmediatamente después d...

Una de las salas de la Casa Museo del Greco, que es uno de los principales recintos toledanos destinados a albergar la obra del pintor, ha sido desalojada y las obras en ella expuestas han tenido que ser trasladadas a la planta baja del edificio, al haberse desmoronado, el pasado viernes, parte de la techumbre del edificio, como consecuencia de una gotera.Según fuentes de la Delegación del Gobierno en Toledo y de los responsables del propio museo, ninguna de las importantes obras que alberga el edificio ha sufrido daños, ya que el traslado de estas obras pudo iniciarse inmediatamente después de descubrirse la existencia y la peligrosidad de la citada gotera.

La serie de 'El apostolado'

Las mismas fuentes señalaron que existía con anterioridad un informe sobre el mal estado de las cubiertas de la casa, pero, tras este incidente, el previsto comienzo de las obras de reparación se ha acelerado y tendrá lugar probablemente a partir de hoy mismo, lunes.

Entre las obras que tuvieron que ser trasladadas se encuentran algunas tan famosas como la Vista de Toledo, la serie de retratos conocida como El apostolado, formado por 13 lienzos, que componen las singulares visiones del pintor de Los doce apóstoles y San Pablo. La casa conserva también un retrato de Murillo y un Santo Domingo penitente, de Tristán.

El edificio y gran parte de sus fondos fueron donados al Ministerio de Cultura por el marqués de la Vega-Inclán en el año 1942, después de haber sido restaurados los lienzos tras la desaparición del hospital de Santiago, que era dueño de El apostolado y otras obras donadas al museo.