Japón, dispuesto a financiar la recuperación de Camboya tras la retirada vietnamita

El futuro de Camboya tras la retirada parcial de las tropas vietnamitas centró la reunión que celebraron esta semana en Bangkok los ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones deñ Sureste Asiático (ASEAN, formada por Tailandia, Filipinas, Malaisia, Singapur, Indonesia y Brunei) y de las principales potencias occidentales. Japón se mostró dispuesto a financiar la mayor parte del coste para una recuperación económica de Camboya, si se alcanza un compromiso político entre las principales partes interesadas, incluidos Vietnam, China y los países de la ASEAN.

El príncipe Norodom Sih...

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El futuro de Camboya tras la retirada parcial de las tropas vietnamitas centró la reunión que celebraron esta semana en Bangkok los ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones deñ Sureste Asiático (ASEAN, formada por Tailandia, Filipinas, Malaisia, Singapur, Indonesia y Brunei) y de las principales potencias occidentales. Japón se mostró dispuesto a financiar la mayor parte del coste para una recuperación económica de Camboya, si se alcanza un compromiso político entre las principales partes interesadas, incluidos Vietnam, China y los países de la ASEAN.

El príncipe Norodom Sihanuk, líder de la coalición de los tres grupos de la resistencia camboyana, se entrevistó ayer con la delegación de la Comunidad Europea (CE), formada por los ministros de Exteriores de la República Federal de Alemania, Grecia y España. "El pueblo de Camboya es víctima de la colonización vietnamita", dijo Sihanuk a la delegación comunitaria, entre la que figuró Francisco Fernández Ordóñez. "Y sólo puede haber paz, con independencia nacional", añadió Sihanuk, en busca del apoyo de la CE al programa de estabilización política para Camboya, que incluye la retirada total de las tropas vietnamitas, la formación de un Gobierno provisional, la creación de una fuerza de paz por parte de las Naciones Unidas y la celebración de elecciones democráticas."Se empieza a ver luz al final del túnel, en el conflicto de Camboya",comentó Fernández Ordóñez. Pero el gran temor de las potencias occidentales, de los países de la ASEAN y del propio Sihanuk, radica en que los jemeres rojos -que controlaron Camboya, tras la caída de las tropas americanas en 1975, causando un genocidio hasta la intervención militar vietnamita, en diciembre de 1978- no vuelvan a ocupar un papel predominante en el país, después de la salida de las tropas vietnamitas.

"Los jemeres rojos continúan siendo el gran problema", manifestó el propio Sihanuk, en conversación con la delegación comunitaria, aunque en principio la potente facción guerrillera de Pol Pot ha aceptado participar en la coalición que dirige el príncipe y que, el 25 de este mes, iniciará un primer contacto de paz, en Yakarta, con el Gobierno provietnamita de Camboya, con Vietnam y con Laos. Tanto Vietnam como Laos rechazan, sin embargo, las pretensiones de la ASEAN de participar también en las conversaciones.

El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, manifestó también ayer en Bangkok, en el curso de un encuentro con el primer ministro de Tailandia, Prem Tinsulanonda, que los jemeres rojos sólo deberían ser una "facción más" en el futuro Gobierno de coalición camboyana.

Si las conversaciones de paz sobre Camboya se encaminan hacia una solución política, Japón estaría dispuesto a conceder una aportación financiera y personal no militar, a fin de contribuir a la estabilización del país.

Sosuke Uno, ministro japonés de Exteriores, destacó en todas las reuniones conjuntas entre la ASEAN y las potencias occidentales (EE UU, Canadá, la Comunidad Europea, Australia y Nueva Zelanda, además de Japón), dejando claro que Tokio está cada vez más dispuesto a ocupar un papel político de potencia regional en la zona asiática.

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