La banca podrá alcanzar mayoría en las futuras sociedades y agencias de Bolsa

Una de las enmiendas que se dispone a incluir la mayoría socialista del Senado en el proyecto de la reforma de las bolsas deja abierta la posibilidad de que el Gobierno autorice participaciones superiores al 50% en el capital de las futuras sociedades y agencias de valores, en cuyas manos quedará el control del mercado. Los agentes, que se oponen y tratan de retrasar la entrada de la banca, serán compensados con la posibilidad de realizar aportaciones no dinerarias para figurar como accionistas.

Además de los vetos o enmiendas a la totalidad que han formulado tres grupos -Popular, CDS y...

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Una de las enmiendas que se dispone a incluir la mayoría socialista del Senado en el proyecto de la reforma de las bolsas deja abierta la posibilidad de que el Gobierno autorice participaciones superiores al 50% en el capital de las futuras sociedades y agencias de valores, en cuyas manos quedará el control del mercado. Los agentes, que se oponen y tratan de retrasar la entrada de la banca, serán compensados con la posibilidad de realizar aportaciones no dinerarias para figurar como accionistas.

Además de los vetos o enmiendas a la totalidad que han formulado tres grupos -Popular, CDS y PNV-, se han presentado esta semana 482 propuestas específicas de modificar el proyecto de ley de mercado de valores, que será debatido el jueves próximo en Comisión y aprobado el día 13 de julio po el pleno extraordinario del Senado. Pero de todas ellas sólo tienen garantizada su aprobación las 77 socialistas.Junto a los cambios previstos en la regulación de las ofer tas públicas de adquisición de acciones (véase EL PAÍS de ayer), destaca el propósito socialista de facilitar la mayoría absoluta en las sociedades y agencias de valores. El proyecto del Gobierno, aprobado así por el Congreso de Diputados, señalaba que la participación de un accionista en el capital de las sociedades y agencias de valores que sean miembros de alguna Bolsa no podrá exceder del 50%. La nueva redacción pretendida apunta que "no podrá exceder del porcentaje, no inferior al 50%, que se establezca reglamentariamente". Este texto, del que se desprende que el Gobierno podrá autorizar mayorías absolutas al reglamentar la ley, puede ser confuso. Pero los enmendantes aclaran que se pretende "dejar abierta la posibilidad de autorizar participaciones superiores al 50%".

Sin embargo, la mayoría socialista respeta en sus enmiendas la cautela de que se considerará que pertenecen a un único accionista todas las par ticipaciones de personas fisicas y jurídicas que puedan acreditarse corresponden a un mismo grupo. Aun con estas reservas, los agentes de Bolsa, que nunca han visto con buenos ojos la pérdida de su monopolio como intermediarios, se han resistido a que la banca o algunas grandes empresas, como Telefónica, puedan controlar las nuevas sociedades o agencias. Últimamente han insistido en que sólo ellos deberían crear hasta 1992 tales instituciones. Las sociedades estarán facultadas a actuar por cuenta propia o de terceros, y las agencias sólo podrán hacerlo por cuenta ajena. Y ambas tendrán reservado el acceso a las sociedades anónimas que regirán las bolsas de valores.

El Grupo Socialista del Senado encomendará también a la Comisión Nacional del Mercado de Valores la comprobación de los requisitos exigidos a tales entidades, diferentes según vayan a adquirir o no la condición de miembros de una bolsa. Por ejemplo: la agencia de valores ausente de una bolsa no precisará que sus accionistas sean personas físicas, ni que cada uno de los miembros de su consejo de administración haya de ser titular de al menos el 5% del capital social. Otras enmiendas velan para que, en todo caso, las acciones tengan carácter nominativo, además de reforzar las exigencias del proyecto del Gobierno a los miembros del consejo de administración o directores generales (no estar condenado por sentencia firme, ni procesedado por delitos de falsedad, contra la propiedad o contra la Hacienda Pública) con las de no haber sido declarado en quiebra o concurso de acreedores sin lograr la rehabilitación, o tener antecedentes por delitos de falsedad.

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