Noche rumores

La noche del miércoles centenares de llamadas debieron de poner a prueba la deficiente infraestructura de las comunicaciones telefónicas en Madrid. Los estudiantes se informaban unos a otros de las cuestiones que supuestamente iban a plantearse al día siguiente en el ejercicio de filosofía."Que lo sé de muy buena tinta. Ha habido una filtración. Caerán El mito de la caverna de Platón y El concepto de realidad de Marx y Platón". Esta información llegó también a la redacción de EL PAÍS. Otros rumores apuntaban a Ortega y Gasset y al racionalismo.

En la escuela universitaria de ópti...

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La noche del miércoles centenares de llamadas debieron de poner a prueba la deficiente infraestructura de las comunicaciones telefónicas en Madrid. Los estudiantes se informaban unos a otros de las cuestiones que supuestamente iban a plantearse al día siguiente en el ejercicio de filosofía."Que lo sé de muy buena tinta. Ha habido una filtración. Caerán El mito de la caverna de Platón y El concepto de realidad de Marx y Platón". Esta información llegó también a la redacción de EL PAÍS. Otros rumores apuntaban a Ortega y Gasset y al racionalismo.

En la escuela universitaria de óptica, donde se examinaron unos 1.200 alumnos, algunos profesores comentaban que habían oído hablar de una filtración, pero que los coordinadores del COU habían conseguido neutralizarla, cambiando apresuradamente el contenido de la prueba de filosofía.

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Adolfo Arias, vicerrector de Alumnos de la Universidad Complutense, desmintió los hechos: "Efectivamente hubo que rectificar la prueba de filosofía, pero porque se habían deslizado unas erratas que oscurecían el sentido del texto que se propuso a los alumnos. Todos los años se producen situaciones así, seguramente por el estado ¿le nervios con que los alumnos viven la víspera del examen. Afortunadamente todo ha transcurrido con absoluta normalidad". La prueba de filosofía versó sobre un trozo de la Critica de la razón pura, de Kant, y otro de la Ética a Nicómaco, de Aristóteles. Los alumnos tuvieron que elegir entre ambas propuestas. Lástima de horas robadas al sueño a vueltas con Platón, Marx y Ortega.

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