Ricardo Requejo lleva a China la música de Albéniz

Para un artista, la visita a China es un reto. Tanto la universalidad de su arte como la complicidad con su público pueden verse sometidas a dura prueba. El contacto de Ricardo Requejo con el mundo chino fue, en ambos sentidos, enriquecedor. Requejo presentó recientemente en China dos obras de Albéniz -era la primera vez que el público chino oía música de este compositor- al público local e impartió varias clases a profesores y alumnos del Conservatorio Central de Pekín.Ricardo Requejo dedicó, el último día de su estancia de dos semanas en China, a comienzos de este mes, a un análisis de las v...

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Para un artista, la visita a China es un reto. Tanto la universalidad de su arte como la complicidad con su público pueden verse sometidas a dura prueba. El contacto de Ricardo Requejo con el mundo chino fue, en ambos sentidos, enriquecedor. Requejo presentó recientemente en China dos obras de Albéniz -era la primera vez que el público chino oía música de este compositor- al público local e impartió varias clases a profesores y alumnos del Conservatorio Central de Pekín.Ricardo Requejo dedicó, el último día de su estancia de dos semanas en China, a comienzos de este mes, a un análisis de las virtudes y carencias de la enseñanza de la música en este país. Pero el espejo chino reveló igualmente al músico de Pamplona la posibilidad de otro enfoque de la formación musical en España.

"Quedé muy sorprendido por la. apertura hacia ideas nuevas y por las magníficas facultades intelectuales, de asimilación, de concentración y de perfección técnica de los alumnos", dijo el reciente premio Diapasón de Oro acerca de sus auditores, de 14 a 18 años de edad.

La búsqueda de destreza, a veces en detrimento de una comprensión profunda de los trozos interpretados, valió a los profesores presentes estas reflexiones: "La finalidad de un intérprete no es ganar concursos internacionales, que son más juegos olímpicos que una expresión artística". "En todo el mundo, hemos de luchar con una música excesivamente mecánica, perfecta y algo deshumanizada".

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