Falta de coordinación

Los agentes forestales afirman que no se les tiene en cuenta en el Plan de Lucha contra Incendios Forestales de Madrid (Infoma), que prevé la contratación de cerca de 700 personas para reforzar la vigilancia del monte en la época de alto riesgo, entre el 15 de junio y el 16 de octubre. "Hasta las cuadrillas forestales, que antes dependían directamente de los guardas, funcionan desde el año pasado por libre", señala un agente. "I_a falta de coordinación es total, y cuando un guarda llega a un incendio, no sabe exactamente dónde empieza y dónde acaba su responsabilidad".Un total de 436 trabajado...

Los agentes forestales afirman que no se les tiene en cuenta en el Plan de Lucha contra Incendios Forestales de Madrid (Infoma), que prevé la contratación de cerca de 700 personas para reforzar la vigilancia del monte en la época de alto riesgo, entre el 15 de junio y el 16 de octubre. "Hasta las cuadrillas forestales, que antes dependían directamente de los guardas, funcionan desde el año pasado por libre", señala un agente. "I_a falta de coordinación es total, y cuando un guarda llega a un incendio, no sabe exactamente dónde empieza y dónde acaba su responsabilidad".Un total de 436 trabajadores forman parte de las 30 cuadrillas forestales distribuidas por la región en verano. Las cuadrillas, integradas por 16 personas al mando de un responsable, se dedican principalmente a la limpieza del monte, la conservación de las pistas forestales o el acondicionamiento de las cutietas de las carreteras para evitar la propagación del fuego.

El director de Medio Natural, José Vicente Olmo, señala que no existe tal descoordinación entre los guardas y las cuadrillas. "Los guardas forestales son un servicio de apoyo en caso de incendio y se ponen normalmente en contacto con las cuadrillas desde el momento en que actúan en las mismas zonas", afirma.

Además de las cuadrillas forestales, la Comunidad contrata eventualmente 128 trabajadores de refuerzo en 16 parques de bomberos, 47 vigilantes dependientes de la Consejería de Cooperación y Agricultura y otros 72 vigilantes adscritos a la Agencia de Medio Ambiente, dependiente de la Consejería de Presidencía. Los guardas forestales critican también la dispersión de medios entre varios departamentos de la Comunidad y la falta, de preparación de los trabajadores eventuales.

El Gobierno regional teme que la desecación de la maleza crecida en las últimas semanas y las condiciones meteorológicas provoquen un verano caliente semejante al de 1985, en que ardieron más de 7.000 hectáreas de monte.