CITA EN MOSCÚ

Imprevista salida de los Reagan a la calle Arbat para charlar con los ciudadanos

El presidente Ronald Reagan se salió ayer del protocolo sin avisar de antemano a los servicios de seguridad soviéticos y, en compañía de Nancy, se fue a pasear y a saludar a los ciudadanos por la calle Arbat, una de las zonas peatonales más concurridas de Moscú que se encuentra cerca la residencia del embajador norteamericano, más conocida por Spaso House, donde los Reagan están alojados.El paseo que se prolongó a lo largo de tres manzanas culminó con un momento de pánico por parte de los servicios de seguridad norteamericanos, cuando varios centenares de personas comenzaron a aglomerar...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El presidente Ronald Reagan se salió ayer del protocolo sin avisar de antemano a los servicios de seguridad soviéticos y, en compañía de Nancy, se fue a pasear y a saludar a los ciudadanos por la calle Arbat, una de las zonas peatonales más concurridas de Moscú que se encuentra cerca la residencia del embajador norteamericano, más conocida por Spaso House, donde los Reagan están alojados.El paseo que se prolongó a lo largo de tres manzanas culminó con un momento de pánico por parte de los servicios de seguridad norteamericanos, cuando varios centenares de personas comenzaron a aglomerarse junto a un vistoso carruaje de época, instrumento de trabajo de un fotógrafo callejero, al que se encaramaron los Reagan.

Más información

La calle Arbat, centro de un barrio de comerciantes acomodados en el siglo XIX, ha ganado popularidad, después de una polémica restauración, gracias a los artistas y pintores que allí se concentran.

Los Reagan, sonrientes y relajados, fueron aplaudidos y ovacionados mientras estrechaban las manos de los moscovitas. Los servicios de seguridad norteamericanos habían sido informados con 15 minutos de anticipación de la decisión presidencial de prescindir del protocolo. Gorbachov protagonizó un gesto semejante durante su visita a Washington el pasado diciembre, cuando se bajó inesperadamente del coche y empezó a hablar con los transeuntes.

El presidente norteamericano negó querer imitar a su colega soviético. "He oído hablar de esta calle y de que los niños juegan aquí. Queríamos verla", dijo. Reagan se mostró complacido por la acogida que le han dispensado en Moscú y señaló que ello no había sido una sorpresa, pues los "rusos son muy cálidos". Varios transeuntes no ocultaban su satisfacción de haber podido ver a Reagan en persona mientras la policía soviética, provista de megáfonos, obligaba a la multitud a dispersarse.

La zona del Arbat ha sido en muchas ocasiones escenario de manifestaciones de distinto signo, entre ellas de disidentes y otkazniki (personas que han visto denegado el permiso para abandonar la URSS).

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Algunos de ellos estarán hoy en la recepción que Reagan ofrece en Spaso House, una mansión de principios de siglo construida por un pudiente mercader en estilo Imperio.

Por otra parte, unos 200 armenios se manifestaron ayer en Moscú pidiendo la destitución de Egor Ligachov, miembro del Politburó y secretario del Comité Central.

Sobre la firma

Archivado En