Cartas al director

Apoyo a Sureda

No hay universidad que se salve. Hace unos días ha sido la de Barcelona la que ha caído en la endogamia, produciéndose una de las que creemos injusticias más flagrantes del nuevo sistema de oposiciones. La víctima, el profesor Joan Sureda, catedrático del departamento de Historia del Arte III (Contemporáneo) de la universidad Complutense de Madrid y en la actualidad director del Museo de Arte de Cataluña, de Barcelona. El injusto resultado de una oposición, que todo el mundo reconoce que fue defendida muy brillantemente en lo científico por el porfesor Sureda, ha cerrado las puertas de la univ...

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No hay universidad que se salve. Hace unos días ha sido la de Barcelona la que ha caído en la endogamia, produciéndose una de las que creemos injusticias más flagrantes del nuevo sistema de oposiciones. La víctima, el profesor Joan Sureda, catedrático del departamento de Historia del Arte III (Contemporáneo) de la universidad Complutense de Madrid y en la actualidad director del Museo de Arte de Cataluña, de Barcelona. El injusto resultado de una oposición, que todo el mundo reconoce que fue defendida muy brillantemente en lo científico por el porfesor Sureda, ha cerrado las puertas de la universidad de Barcelona a una de las figuras más notables de la historiografía española actual, a una de las figuras con las que se han formado buen número de artistas que ahora blanden la bandera del nuevo arte español y, especialmente, a uno de los historiadores que más entiende de arte, aparte, como es lógico, de historia del arte.No hemos asistido a la oposición, pero sí tenemos abundantes referencias de ella y, en cualquier caso, el currículo, el historial, las publicaciones, las investigaciones del profesor Sureda a lo largo de sus 10 años de catedrático son harto elocuentes y reconocidos. El sistema, por las razones que sean, ha vuelto a propiciar una injusticia, ha vuelto a fallar, ha vuelto a demostrar que no es apropiado para evaluar con justicia méritos y ciencia. Alguien tiene que responder y reparar el desaguisado; sabemos que Sureda no es amante de adhesiones públicas y que, por respeto a sus compañeros de oposición y a sus también compañeros de tribunal, no ha hecho uso del derecho de recurso, pero, en cualquier caso, vaya con esta carta nuestro apoyo y reconocimiento.-

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