Un proyecto demencial y megalómano

Imre Poszgay no duda en entrar en un tema delicado que afecta a dos Estados socialistas: el de la minoría húngara en Rumanía, que está creando graves tensiones entre Budapest y Bucarest e indignación en la opinión pública húngara. Al preguntarle a Poszgay sobre qué posibilidades ve para acabar con esta situación responde:"Nos gustaría que en Rumanía se produjeran cambios en la misma dirección que han tomado los demás países socialistas. La situación que atraviesa la minoría húngara no es un mero asunto interno de Rumanía. También es un asunto interno de Hungría. Los húngaros que viven allí son...

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Imre Poszgay no duda en entrar en un tema delicado que afecta a dos Estados socialistas: el de la minoría húngara en Rumanía, que está creando graves tensiones entre Budapest y Bucarest e indignación en la opinión pública húngara. Al preguntarle a Poszgay sobre qué posibilidades ve para acabar con esta situación responde:"Nos gustaría que en Rumanía se produjeran cambios en la misma dirección que han tomado los demás países socialistas. La situación que atraviesa la minoría húngara no es un mero asunto interno de Rumanía. También es un asunto interno de Hungría. Los húngaros que viven allí son parte de la nación húngara, de una unidad tradicional y cultural. Diversos avatares históricos dejaron estas masas de húngaros dentro de las fronteras de Rumanía".

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"Por principios básicos de solidaridad humanista, deberían poder decidir libremente a qué nación quieren pertenecer. Rumanía tiene mucho por hacer es este terreno. Espero que Bucarest respete estos principios humanistas y no se aferre a concepciones anacrénicas de un Estado nacional.

"Pero mientras no sea este el caso, el Gobierno húngaro acogerá, como estipula la Constitución, a todos los refugiados que se vean perseguidos y reprimidos en sus libertades. Nosotros hemos dado asilo político a griegos tras la guerra civil, a palestinos y a chilenos. ¡Cómo no vamos a dárselo a los húngaros! Además, cada vez son más los refugiados que llegan a Hungría que son de etnia rumana".

Evitar el odio

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"Queremos evitar que surja en Hungría un odio hacia los rumanos como reacción a los prejuicios contra las minorías que existen en Rumanía", afirma. "Tenemos gran respeto por el pueblo rumano y queremos vivir con él en paz miles de años mas. Pero la actual política de minorías de Rumanía es una catástrofe también para el pueblo ruinano".

Cuando se le argumenta que la situación del problema está empeorando, que la política contra las minorías se radicaliza en Bucarest y se le habla de la existencia de un plan para arrasar miles de pueblos en Rumania se muestra escéptico sobre lo que pueda hacer Hungría.

"No podemos hacer casi nada, salvo expresar nuestra opinión y apelar al buen juicio de la nación rumana, ya que se verá tan gravemente afectada como las minorías húngara y alemana. El proyecto es demencial y megalómano. Sólo contempla a los seres humanos como un estorbo. Esto puede destruir la sociedad y afecta a todos. Enterrará bajo sí a todas las nacionalidades. Toda la humanidad debe volcar su atención sobre lo que allí ocurre".

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