FERIA DE SAN ISIDRO

"Ahora puedo exigir corridas de garantía"

E. M., Un Manili tan cansado como alegre recibía continuas felicitaciones anoche en su habitación del hotel, una vez finalizada su triunfal actuación en Las Ventas, y hablaba de hacer valer su triunfo para lidiar otros tipo de toros: "Creo que me he ganado exigir ahora matar también corridas de garantía".

Mientras la estancia se iba llenando de amigos, paisanos y admiradores, el diestro decía sentirse el hombre más feliz de la tierra: "Hoy obtengo el premio a más de 20 años de lucha en los que nunca perdí la moral, pues si que tengo un sitio en la fiesta". Un sitio que hasta ahora l...

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E. M., Un Manili tan cansado como alegre recibía continuas felicitaciones anoche en su habitación del hotel, una vez finalizada su triunfal actuación en Las Ventas, y hablaba de hacer valer su triunfo para lidiar otros tipo de toros: "Creo que me he ganado exigir ahora matar también corridas de garantía".

Mientras la estancia se iba llenando de amigos, paisanos y admiradores, el diestro decía sentirse el hombre más feliz de la tierra: "Hoy obtengo el premio a más de 20 años de lucha en los que nunca perdí la moral, pues si que tengo un sitio en la fiesta". Un sitio que hasta ahora le ha llevado a hacer gesta tras gesta casi siempre ante toros de ganaderías duras, etiqueta que quiere quitarse. "No es que vaya a dejar de lidiarlas, pero llevo dentro otro Manili que sabe torear despacio y con arte. ¡Vamos, lo que le he hecho a los Miura pero con más relajo".

El de Cantillana calificaba a la corrida de muy difícil, y presumía de haberla entendido: "A estos toros con tanto sentido no hay que dudarles nunca, todo consiste en ofrecerles los muslos y embeberlos en la muleta". Manili piropeaba continuamente a la afición de Las Ventas: "Mi plaza, la que siempre me ha dado cuerda para torear en otros sitios".

El diestro logró escapar, con la ayuda de Francisco, su hermano y mozo de espadas, de los costaleros que le sacaron por la puerta grande, y en la calle de Alcalá cogió un taxi. "Me han dado más paliza ellos que los toros". Y dicho esto se presentaron los costaleros en la habitación a cobrar. Francisco le preguntó al apoderado, José Molina, que cuánto les daba, a lo que éste respondió: "Yo creo que mil duros, ¿no?". "Si le damos sólo eso nos matan", contestó Francisco. Al final se fueron con 25.000 pesetas.

El apoderado señalaba que con triunfos como el de ayer se facilitaba enormemente su trabajo: "Con la fuerza que hemos cogido hoy, vamos a colocarle también frente a toros menos duros". Por último, Manili agradecía de nuevo el apoyo del público de Las Ventas y prometía entregarse aún más en su próxima actuación en la feria, el día 5 de junio: "A ver si los toros ayudan para mostrar mi faceta de ajrtista".

Ruiz Miguel manfestaba encontrarse tan contento del triunfo de su compañero como si hubiera sido propio: "Está en mi línea de luchador y por fin se le va haciendo justicia". Calificaba a sus dos toros de peligrosísimos y se irnostraba satisfecho de haber dado su segunda vuelta al ruedo en la feria y de su actuación en general, "que la afición supo entender y valorar", indicaba.

Opinión distinta mantenía Manolo Cortés al señalar que el público se equivocó con su primer toro: "Fue bravo en el caballo, pero llegó con enorme sentido y dando topetazos a la muleta". Al de Gines tampoco le gustó el cuarto, al que calificaba de rnuy deslucido y a contraestilo, "aunque conseguí apuntar varios detalles de clase que espero me den una nueva oportunidad en Madrid".

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