Un grupo pacifista pide 38 días de arresto para la cónsul de Estados Unidos en Valencia

Alberto García Esteve y Luisa Ramón, abogados de 19 pacifistas acusados de ocupar la oficina consular de EE UU en Valencia, solicitaron ayer 38 días de arresto y una multa de 95.000 pesetas para la agente consular Mary Garrity. Esta había acudido, al juicio como denunciante, pero salió como denunciada.

La fiscal solicitó la absolución de los pacifistas al no considerar la ocupación de la agencia consular como una falta de desórdenes públicos, como había estimado en un principio. Sin embargo, los defensores consideraron que Garrity "ofendió levemente" a los ocupantes de la oficina diplom...

Alberto García Esteve y Luisa Ramón, abogados de 19 pacifistas acusados de ocupar la oficina consular de EE UU en Valencia, solicitaron ayer 38 días de arresto y una multa de 95.000 pesetas para la agente consular Mary Garrity. Esta había acudido, al juicio como denunciante, pero salió como denunciada.

La fiscal solicitó la absolución de los pacifistas al no considerar la ocupación de la agencia consular como una falta de desórdenes públicos, como había estimado en un principio. Sin embargo, los defensores consideraron que Garrity "ofendió levemente" a los ocupantes de la oficina diplomática durante su permanencia en la misma.El pasado día 4 de febrero, 19 personas, miembros de grupos pacifistas y de solidaridad con Nicaragua, así como de organizaciones políticas y sindicales, ocuparon la agencia consular para pedir el cese de la ayuda norteamericana a la contra nicaragüense. Entregaron un escrito a la agente consular, quien avisó a la policía y detuvo a los encerrados durante unas 10 horas. Entre los detenidos se encontraban cinco mujeres que denunciaron haber sido desnudadas en la Jefatura de Policía. Los defensores reclamaron que se investigue la actuación policial.

La agente consular afirmó en el juicio que solicitó a los pacifistas el abandono de la oficina porque sería cerrada a las 13 horas y porque debía retirar su automóvil del aparcamiento de unos grandes almacenes. Los inculpados señalaron que lo único que pretendieron era que la agente pulsa por la ayuda militar de EEUU a la contra, algo que Garrity no hizo. La policía desalojó la oficina violentamente, según los pacifistas.