Volvos belgas para Israel

Israel tiene con la Comunidad Europea (CE) un acuerdo de libre comercio que no se aplica a Suecia. Por ello los automóviles suecos Volvo exportados a Israel no salen de las cadenas de montaje de Suecia, sino de las de Bélgica. Estas ventas, según la Federación de la Industria Sueca, una especie de organización patronal, suponen unos 100 millones de coronas (1.900 millones de pesetas) al año.Es un ejemplo ilustrativo de las desventajas de no estar en la Comunidad, según Hans Ekdahl, responsable de temas del Mercado Común de la federación. Ésta llevó a cabo en el otoño pasado un amplio estudio s...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Israel tiene con la Comunidad Europea (CE) un acuerdo de libre comercio que no se aplica a Suecia. Por ello los automóviles suecos Volvo exportados a Israel no salen de las cadenas de montaje de Suecia, sino de las de Bélgica. Estas ventas, según la Federación de la Industria Sueca, una especie de organización patronal, suponen unos 100 millones de coronas (1.900 millones de pesetas) al año.Es un ejemplo ilustrativo de las desventajas de no estar en la Comunidad, según Hans Ekdahl, responsable de temas del Mercado Común de la federación. Ésta llevó a cabo en el otoño pasado un amplio estudio sobre las consecuencias para Suecia de la creación de un mercado único entre los doce. La conclusión general es que si los ciudadanos y las empresas suecas no logran una posición no discriminada frente a la CE, Suecia se verá en serios apuros económicos.El país escandinavo necesita participar en los programas tecnológicos comunes (en los que ya está en parte) y también en los de educación, como Erasmus, en principio limitados a los doce.

Más información

En los transportes y las normas técnicas, Suecia necesita también homologarse a la CE y estar presente en las decisiones desde el principio, aunque quiere a la vez preservar sus más elevadas normas para la protección de las condiciones de trabajo y del medio ambiente.

Las grandes empresas suecas tienen una estructura y una vocación multinacional. La falta de pleno acceso en la CE les puede llevar a acrecentar las operaciones de sus filiales en los doce en detrimento de la casa central en Suecia. "Las empresas suecas son muy internacionales, pero el resto de la sociedad sueca no se ha dado cuenta de lo que está ocurriendo", señala Ekdahl.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En