Reportaje:

La beneficencia investiga

La oncología británica busca la creación artificial de anticuerpos contra el cáncer

La investigación sobre el cáncer en el Reino Unido depende en un elevado porcentaje de las asociaciones benéficas, a las que el Gobierno va a seguir cediendo responsabilidades. La oncología británica está buscando en la creación artificial de anticuerpos una nueva alternativa a una enfermedad que provoca la cuarta parte de las muertes en las islas, aunque el combate contra los cánceres de mama y de cuello de útero ha abierto un nuevo frente convencional con los planes para chequear a todas las mujeres británicas.Las asociaciones benéficas tienen una larga tradición en el Reino Unido, en la que...

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La investigación sobre el cáncer en el Reino Unido depende en un elevado porcentaje de las asociaciones benéficas, a las que el Gobierno va a seguir cediendo responsabilidades. La oncología británica está buscando en la creación artificial de anticuerpos una nueva alternativa a una enfermedad que provoca la cuarta parte de las muertes en las islas, aunque el combate contra los cánceres de mama y de cuello de útero ha abierto un nuevo frente convencional con los planes para chequear a todas las mujeres británicas.Las asociaciones benéficas tienen una larga tradición en el Reino Unido, en la que está profundizando el Gobierno para reducir su participación en la investigación médica, en general, y en la relativa al cáncer, en particular.

El Consejo Médico de Investigación (MRC), a través del que se canaliza la inversión oficial, ha comenzado a retirar su aportación al Instituto de Investigación sobre el Cáncer y ha sido una de esas asociaciones benéficas, la Campaña para la Investigación sobre el Cáncer (CRC), la que ha tomado el relevo. Ello supone que los cinco principales centros oncológicos británicos están dotados económicamente de forma primordial por asociaciones benéficas, una circunstancia sin precedentes en los países avanzados.

La CRC y la Fundación Imperial de Investigación del Cáncer (ICRF) son las mayores de estas organizaciones privadas nutridas de aportaciones voluntarias, y cada una de ellas ha dedicado en 1987 unos 30 millones de libras (en torno, a 6.000 millones de pesetas) a la investigación, frente a los 11 millones de libras (alrededor de 2.600 millones de pesetas) que el año pasado invirtió el Estado.

Investigación benéfica

"Si no fuera por las asociaciones benéficas, la investigación médica en el Reino Unido se hallaría en un estado mucho más lamentable que en el que ahora se encuentra", dice un informe que acaba de presentar un comité de la Cámara de los Lores. El doctor John Galloway, portavoz de la CRC, estima que la relación entre aportaciones privadas sin ánimo de lucro y oficiales es de siete a uno y acusa al Gobierno de no tener la voluntad política para enfrentarse al problema del cáncer.

Galloway critica manifestaciones como las que acaba de hacer la directora general de Sanidad, Edwina Currie. Un estentóreo "no hay que andar follando por ahí" es lo que Currie ha recomendado como medida, preventiva contra el cáncer cervical, asociado con excesiva promiscuidad y falta de higiene.

"A Currie le gusta dar el espectáculo y ha presentado el problema como un caso personal, lo que no es cierto en la mayoría de los cánceres, aunque lo es con el provocado por el tabaco", dice Calloway.

"Lo que tiene que hacer el Gobierno es legislar y gastar dinero en la prestación de servicios", agrega Galloway. "No tiene sentido investigar si una vez que se encuentra algo el Gobierno no lo pone en práctica, y ahora no está por gastar dinero en Sanidad".

Fuentes gubernamentales discrepan de este punto de vista. Creen que los fondos que se dedican a investigación sobre el cáncer son suficientes y hacen hincapié en que no hay campos de investigación que no sean atractivos y que no hayan sido financiados.

El cáncer mata cada año en el Reino Unido a unas 160.000 personas, peno que se declaran 240.000 nuevos casos. Los cánceres de pulmón, mama y aparato digestivo son los más habituales y en ninguno de ellos la ciencia británica ha realizado avances significativos.

El cáncer de pulmón es el más común y produce el 30% de las muertes provocadas por el cáncer en las islas. Las modificaciones en los hábitos sociales han hecho que se haya registrado una baja en el número de casos que afectan a los hombres, pero aún está subiendo entre las mujeres. En 1985, el cáncer de pulmón superó en Escocia al de mama como primera causa de mortalidad femenina por cáncer.

Anticuerpos monocionales

Un nuevo campo en el que se está introduciendo la investigación oncológica británica es el de los anticuerpos monoclonales (AM), fabricados y manipulados conforme a una técnica que en 1984 reportó un Premio Nobel a la universidad de Cambridge. Al contrario que los anticuerpos naturales, que forman parte del sistema inmunológico y están destinados a destruir elementos invasores como bacterias o virus, los AM pueden ser cultivados en laboratorio y dirigidos hacia células cancerígenas cargados con radiactividad o convertidos en inmunotoxinas letales, de modo que sólo destruyen las células malignas, a las que reconocen, sin dañar las del entorno.

El sistema no ha sido aplicado lo suficiente como para ofrecer datos significativos de efectividad, aunque es una técnica que se estudia en buena parte de los laboratorios de la ICRF con relación a numerosos tipos de cáncer, incluido el cáncer de cerebro, considerado por quienes trabajan sobre él como la cenicienta de los cánceres, por ser el más postergado por la investigación.

John Keinshead, uno de los pioneros en el empleo de los MA, los está aplicando en el tratamiento de tumores cerebrales. "Llevará tiempo antes de poder valorar los resultados", dijo Keinshead hace un par de años. "Sí esta técnica se muestra segura podría tener una aplicación más amplia en pacientes con leucemia o linfoma que se ha reproducido en el cerebro o en la médula espinal".

El resultado de esos estudios hace ahora concebir e1peranzas. Keinshead acaba de presentar su investigación sobre 15 pacientes dos de los cuales fueron desahuciados en su día por los médicos y llevan una vida normal, mientras otros alargaron su existencia en condiciones menos penosas- y ha anunciado que el sistema se ensayará en más pacientes con tumores cerebrales.

El misterio de la mama

Los irregulares avances registrados en la lucha contra el cáncer han cambiado la actitud de médicos y enfermos ante la enfermedad. "Hace 25 años se pensaba que no se podía hacer nada", recuerda Galloway. "En los hospitales los médicos no hablaban con los pacientes porque no tenían nada que decir, y ahora se han mejorado la calidad de vida y los resultados.En el campo de la radioterapia, donde el Reino Unido siempre ha estado en vanguardia, Galloway menciona cómo se ha pasado a aplicarla de forma intensiva porque la experiencia ha desmostrado que ese tratamiento produce avances sensibles", y Suggars enfatiza cómo en la terapeútica del cáncer de mama se ha sustituido la mastectomía total por la extirpación del tumor y la aplicación local de radiación.

La clave en la lucha contra el cáncer está en la detección de la enfermedad en sus primeros estadios. Hay en marcha sendos proyectos de control masivo de la población para la detección de los cánceres de mama y de cérvix, el primero de los cuales sigue siendo un misterio tanto en su génesis como en su prevención. Cada año, unas 24.500 mujeres británicas descubren que tienen cáncer de mama, dolencia que provoca 15.000 muertes anuales, las mayores incidencia y mortalidad de este tipo de cáncer en el mundo. En un plan que acaba de comenzar, se espera analizar rutinariamente a todas las mujeres de edades comprendidas entre 50 y 64 años, mientras quejas de edades inferiores han de pasar antes por el médico de familia. El tratamiento habitual de cirugía y radioterapia puede verse sustituido por uno a base de hormonas y quimioterapia.

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