Afán excesivo de transparencia

La comisión de incompatibilidades y tráfico de influencias, movida por un afán ejemplificador y de transparencia, como sus propios miembros reconocen ahora, se lanzó la pasada semana a proponer criterios para que los varios centenares de parlamentarios y altos cargos de la Administración central que ha habido y hay en este país desde 1977 pusieran al descubierto su situación económica. Con el sosiego del fin de semana, y ayudados por una indicación gubernamental, parece que los miembros de la comisión han caído en la cuenta de que habían ido un paso más allá del acuerdo en el Pleno del Congres...

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La comisión de incompatibilidades y tráfico de influencias, movida por un afán ejemplificador y de transparencia, como sus propios miembros reconocen ahora, se lanzó la pasada semana a proponer criterios para que los varios centenares de parlamentarios y altos cargos de la Administración central que ha habido y hay en este país desde 1977 pusieran al descubierto su situación económica. Con el sosiego del fin de semana, y ayudados por una indicación gubernamental, parece que los miembros de la comisión han caído en la cuenta de que habían ido un paso más allá del acuerdo en el Pleno del Congreso el pasado 16 de marzo, que dio luz verde a la creación de esta comisión a iniciativa del grupo popular.Como quiera que el PSOE no estaba dispuesto a que se hiciera un juicio a la Administración socialista, propuso y fue aceptado que la investigación no fuera desde 1982, sino desde 1977, año en el que se celebraron las primeras elecciones democráticas.

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El acuerdo plenario, de marzo instaba a la comisión que se iba a crear a que estudiara el derecho comparado en esta materia, analizara la experiencia habida en España desde 1977 y "delimitara con precisión el concepto de tráfico de influencias y su incidencia en las incompatibilidades". Asimismo determinaría "las irregularidades puestas de manifiesto como consecuencia de la investigación" y elaboraría criterios para la reforma de textos legales o reglamentarios que considere procedente".

Diversos miembros de la comisión estiman que la delimitación de "irregularidades" se toma difícil si en la reunión de mañana prospera la tesis de sustituir el exhaustivo cuestionario por una "encuesta genérica", aunque tampoco van a rasgarse las vestiduras, preocupados en estos momentos por la imagen falsa que se pueda dar de los políticos. Estas fuentes repitieron ayer algunos argumentos de los utilizados, en ese Pleno del Congreso. El diputado de Izquierda Unida Ramón Espasa advirtió ese día que "no se puede presentar a la ligera la idea de que todos los políticos de este país son iguales".

Modesto Fraile, de Democracia Cristiana, lamentó que la sociedad pudiera tener la imagen de que esta clase política es poco honrada cuando la honestidad es general". El presidente de la comisión, el socialista Justo Zambrana, afirmó que la clase política española desde 1977 ha dado "pruebas palmarias de honradez". Zambrana explicó que se trataba de .separar el garbanzo negro que pueda haber en la olla". Esto le valió la réplica del aliancista Juan Ramón Calero: "El problema no es el garbanzo negro, sino los que desde fuera de la olla abren el cocido para comerse el chorizo".

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