La imagen de Estados Unidos en Europa, dañada por las frecuentes ejecuciones

Diplomáticos norteamericanos en Europa han expresado su preocupación por el daño provocado a la imagen de EE UU por la aplicación de la pena de muerte en su país, especialmente a menores de edad. Europa occidental ha abolido o no ha aplicado la pena capital durante la última década, en la que sólo se han registrado ejecuciones judiciales de menores en EE UU, Bangladesh, Pakistán, Barbados, Ruanda y, según datos no confirmados, Irán. Además, en algunos casos ha habido dudas sobre la culpabilidad de los condenados a la pena máxima. La polémica, por otra parte, se ha reavivado tras la ejecución, ...

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Diplomáticos norteamericanos en Europa han expresado su preocupación por el daño provocado a la imagen de EE UU por la aplicación de la pena de muerte en su país, especialmente a menores de edad. Europa occidental ha abolido o no ha aplicado la pena capital durante la última década, en la que sólo se han registrado ejecuciones judiciales de menores en EE UU, Bangladesh, Pakistán, Barbados, Ruanda y, según datos no confirmados, Irán. Además, en algunos casos ha habido dudas sobre la culpabilidad de los condenados a la pena máxima. La polémica, por otra parte, se ha reavivado tras la ejecución, en la madrugada del martes, de Wayne Felde y Willie Darden.

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En EE UU, tras las dos ejecuciones del martes pasado, 96 personas han sido sometidas a la pena capital desde que ésta fue restablecida en 1976.Uno de los ejecutados el martes, el hombre de raza negra Willie Jasper Darden, de 54 años, alegó hasta el último momento su inocencia, y la sección estadounidense de Amnistía Internacional (Al) emitió un comunicado lamentando que su campaña internacional en favor de clemencia por Darden -en la que íntervinieron incluso el papa Juan Pablo II y el físico disidente soviético Andrei Sajarov- no haya surtido efecto. "El gobernador [de Florida, Bob Martínez, quien negó una petición de gracia] se ha manchado las manos con la sangre de un hombre a quien no se le ha hecho justicia", dijo Al en un comunicado.

Los representantes diplomáticos norteamericanos en Europa han mostrado su preocupación ante las acusaciones de organismos internacionales sobre violaciones de derechos humanos, que en otras ocasiones se dirigían a países con sistemas totalitarios, según recoge el diario norteamericano The Blade y difunde Al en un nuevo informe sobre la pena de muerte en Estados Unidos.

Nueva escalada

El documento constata una nueva escalada en el número de ejecuciones y comenta casos de posibles inocentes y retrasados mentales ejecutados."Los diplomáticos temen", indica The Blade, "que las críticas de AI den credibilidad a una idea extendida en Europa sobre que Estados Unidos sigue siendo un país violento con una justicia de cowboy".

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El Parlamento Europeo adoptó el pasado 17 de septiembre una resolución en la que se deploraba la continuidad en el uso de la pena de muerte en Estados Unidos, y se citaba expresamente la profunda preocupación" por la posibilidad de condenar a menores de edad y porque en algunos casos "la raza de la víctima o del encausado puede ser un factor a la hora de imponer la pena de muerte".

Las legislaciones sobre pena de muerte vigentes en los distintos Estados han dificultado o imposibilitado en ocasiones conseguir la extradición desde países abolicionistas de personas buscadas por la justicia norteamericana. Fuentes del ministerio de Justicia español confirman que las normas vigentes en España impiden la extradición de personas que puedan ser condenadas a muerte en países donde, como en EE UU, está vigente la pena capital, a no ser que el Gobierno que solicita la extradición se comprometa a no aplicarla en ese caso.

El informe de Al revela que en un sondeo hecho en Florida a instancias de AI, el 84% de los encuestados apoyaba la pena de muerte, aunque el 74% pensaba que se imponía de modo arbitrario y el 47% creía que era discriminatoria para las minorías étnicas y los pobres. El 71% no aprobaba la ejecución de retrasados mentales, y el 42%, la de menores.

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