Noriega neutraliza su cese y sigue mandando en Panamá

El general Manuel Antonio Noriega, jefe de las Fuerzas de Defensa de Panamá, dio ayer un vuelco a la situación creada con su destitución por el presidente, Eric Arturo Delvalle, y logró que el Parlamento aprobara el cese de éste y su relevo por el economista Manuel Solís Palma, hasta ahora ministro de Educación. Noriega, acosado por EE UU y la oposición interna, ha demostrado que sigue siendo el hombre fuerte del país del canal. La Casa Blanca ha descartado, por el momento, una intervención militar.

La Asamblea legislativa destituyó la pasada madrugada a Delvalle, al que acusó de ceder ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El general Manuel Antonio Noriega, jefe de las Fuerzas de Defensa de Panamá, dio ayer un vuelco a la situación creada con su destitución por el presidente, Eric Arturo Delvalle, y logró que el Parlamento aprobara el cese de éste y su relevo por el economista Manuel Solís Palma, hasta ahora ministro de Educación. Noriega, acosado por EE UU y la oposición interna, ha demostrado que sigue siendo el hombre fuerte del país del canal. La Casa Blanca ha descartado, por el momento, una intervención militar.

La Asamblea legislativa destituyó la pasada madrugada a Delvalle, al que acusó de ceder a las presiones de EE UU, que en los últimos meses ha lanzado una campaña de acoso y derribo contra Noriega. Según éste, Washington pretende retirarle del poder para evitar la devolución a Panamá del canal que une el Atlántico y el Pacífico en el año 2000, tal y como estipulan los tratados Torrijos-Carter.Hace tan sólo unas semanas, dos tribunales de Florida abrieron sendos procesos contra Noriega, al que se acusó de colaboración con los narcotraficantes colombianos y de convertir el Gobierno en una "empresa criminal". Delvalle, que piensa recurrir su destitución ante el Tribunal Supremo, dijo que "Panamá ha sido invadida por el cartel de Medellín y no por EE UU", informa Antonio Caño.

La Casa Blanca aseguró ayer que sigue considerando a Delvalle presidente legítimo, pero negó una "implicación directa" en la crisis y descartó una intervención militar en el país, donde tiene 10.000 soldados que controlan el canal y el istmo centroamericano.

Reagan declaró que hará "todo lo posible" por resolver la situación. "Pero no creo que: sea necesario utilizar la fuerza militar". El embargo económico parece la opción más probable.

Los cancilleres de México, Venezuela, Colombia, Argentina, Brasil, Perú y Uruguay anunciaron ayer que Panamá no podrá participar en las reuniones del Grupo de los Ocho (formado por todos ellos) por considerar "fundamental" una "clara vigencia de las instituciones democráticas" que no se da actualmente en la nación del canal.

Páginas 2 y 3 Editorial en la página 8

Archivado En