Crítica:'POP'

Demasiado frío

Sesenta y siete minutos estuvieron los chicos de Roddy Frame sobre el escenario de la plaza Mayor. Hacía frío, y Frame, que salió al principio parapetado tras una buena pelliza, no debía estar dispuesto engrosar los récords del Guiness siendo el primer músico muerto por congelación durante un concierto. Es comprensible, pero podía haber corrido el riesgo. Además de quedar como un machote, habría satisfecho en mayor medida al público europeo que tradicionalmente más discos suyos compra y que casi había llenado la incómoda plaza Mayor para verle.Y es que el público, además de pasar el mis...

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Sesenta y siete minutos estuvieron los chicos de Roddy Frame sobre el escenario de la plaza Mayor. Hacía frío, y Frame, que salió al principio parapetado tras una buena pelliza, no debía estar dispuesto engrosar los récords del Guiness siendo el primer músico muerto por congelación durante un concierto. Es comprensible, pero podía haber corrido el riesgo. Además de quedar como un machote, habría satisfecho en mayor medida al público europeo que tradicionalmente más discos suyos compra y que casi había llenado la incómoda plaza Mayor para verle.Y es que el público, además de pasar el mismo o mayor frío, sufría también la penosa acústica del lugar. Excepto los situados cerca del escenario, que captaban directamente los altavoces, el resto luchaba por discernir cúal era el sonido de Aztec Camera entre los rebotes. Algún bromista acusaba al arquitecto de la plaza de antirrockero, al haberla construido con materiales de mínima absorción acústica.

Concierto de Aztec Camera

Roddy Frame: guitarra y voz; Dave Rufly: batería; Eddie Kulak: teclados; Steven Sidelnik: percusión; Gary Sandford: guitarra. Paul Powel: bajo; Ruby James y Sylvia James: coros. Plaza Mayor, 17 de febrero.

En cualquier caso, cuatro minutos antes de las diez sonaban los primeros acordes de All I need is everything, y Frame -con su chupa- se dispuso a dar una nueva lección de pop escocés. Unos minutos después, mientras la banda mantenía la base del tema, sustituía el abrigo por la guitarra y emprendía un largo sólo con ese estilo tan propio que mezcla el punteo y el ritmo. El comienzo demostraba que Frame había asimilado algo de la producción americana de su último disco, y la base rítmica de sus canciones parecía más contundente. El grupo sonaba compenetrado y limpio -de cerca, claro- y el pop sencillo de Aztec Camera prometía. Los ritmos de Pillar to post, Still on fire o Deep wide & tall se alternaban con baladas como The birth of the truth, con guitarra acústica como único instrumento.

Un primer amago de despedida y, tras un corto bis que incluyó Oblivious, pero no Walk out to winter, el tema más esperado, el adios definitivo. Eran las 23.03, las chicas del coro llevaban más de una hora aguantando en minifalda y Frame hacía mucho que se había quedado con un jersey de cuello alto como única protección. Era demasiado.

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