Riesgos sin compensaciones

El socialista José Pina Fernández, alcalde de Torrejón de Ardoz, cree que no ha habido compensaciones para el pueblo por los riesgos que conlleva vivir junto a una base militar de esta naturaleza. Los torrejoneros no recuerdan cómo llegaron y sólo piensan en el sueño americano cuando ruge sobre sus cabezas un cazabombardero."Compran hasta el agua potable en la base", dice el alcalde. "El pueblo en general no perderá mucho con su salida. Hace dos años que se consiguió que pagaran el impuesto de circulación de vehículos -aunque sea el Estado español el que lo abone-, pero damos por bien perdido ...

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El socialista José Pina Fernández, alcalde de Torrejón de Ardoz, cree que no ha habido compensaciones para el pueblo por los riesgos que conlleva vivir junto a una base militar de esta naturaleza. Los torrejoneros no recuerdan cómo llegaron y sólo piensan en el sueño americano cuando ruge sobre sus cabezas un cazabombardero."Compran hasta el agua potable en la base", dice el alcalde. "El pueblo en general no perderá mucho con su salida. Hace dos años que se consiguió que pagaran el impuesto de circulación de vehículos -aunque sea el Estado español el que lo abone-, pero damos por bien perdido el dinero que dejaremos de recaudar". Las relaciones del Ayuntamiento con los mandos militares "son correctas'.

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La base ocupa 1.320 hectáreas (un tercio del territorio municipal), pero los norteamericanos "no pagan impuestos al Ayuntamiento ni piden licencias de obras. Un funcionario municipal acude todas las semanas a la base a cobrar las multas de tráfico".

El alcalde es de los que creen que los chicos de la Unión no han dejado en su pueblo más que ruido.

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