"¡No más terror!"

"Será necesario que maten a un ministro o a un procurador para que el país se estremezca". Esto dijo en septiembre del pasado año el procurador general de la nación, Carlos Mauro Hoyos. El lunes, la mafia del narcotráfico le asesinó y el país se estremeció. '¡No más terror!', tituló a seis columnas el periódico El Tiempo. El Espectador, en un inusual editorial que publicó encabezando su primera página, afirma: "Ante la declaración de guerra que han hecho al país los narcotraficantes, en alianza con fuerzas de subversión armada, se impone una gran convocatoria nacional que asuma la defensa y la...

"Será necesario que maten a un ministro o a un procurador para que el país se estremezca". Esto dijo en septiembre del pasado año el procurador general de la nación, Carlos Mauro Hoyos. El lunes, la mafia del narcotráfico le asesinó y el país se estremeció. '¡No más terror!', tituló a seis columnas el periódico El Tiempo. El Espectador, en un inusual editorial que publicó encabezando su primera página, afirma: "Ante la declaración de guerra que han hecho al país los narcotraficantes, en alianza con fuerzas de subversión armada, se impone una gran convocatoria nacional que asuma la defensa y la dignidad de la vida humana". Los diarios reflejan el sentir nacional.

Los dirigentes políticos de todos los colores, después de afirmar conmovidos que ya no encuentran palabras en el idioma español para expresar el dolor y la indignación, fueron unánimes al afirmar que "es el momento de que nos sentemos todos los colombianos a dialogar para reconstruir el país". Este mismo llamamiento lo formuló el presidente, Virgilio Barco, en su alocución televisada horas después del asesinato del procurador.Barco hizo un llamamiento a los colombianos para realizar una gran cruzada nacional y hacer frente al desafío terrorista. "No cederemos ante el chantaje", dijo, y anunció que se tomarán las medidas necesarias y adecuadas para responder al reto. Se afirma que en las próximas horas Colombia estará bajo el más drástico estatuto antiterrorista de los últimos años.

"Todo el país es hoy rehén del narcotráfico", afirmó el vicepresidente del Partido Socialconservador, Carlos Holguín Sardi. Y a esta sensación de estar acorralados por el flagelo de la mafia se suma el sentimiento de impotencia. Nadie desconoce el gran poder que tienen los traficantes de droga. Los grandes capos colombianos, los miembros del cártel de Medellín, son señalados como los culpables de introducir el 80% de la cocaína que se consume. en EE UU. "Hay que hacer un examen de conciencia sobre el tratamiento al narcotráfico". "Es necesario", dijo el ex presidente

Misael Pastrana, "estudiar los muchos aspectos de los procedimientos que se han seguido en la lucha contra este flagelo". El dilema escómo afrontar el desafio. Algunos se preguntan si vale la pena que el país se siga desarrollando en una guerra desigual, El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Alfredo Vázquez Carrizosa, aseguró que se podía dialogar con los narcotraficantes a condición de que abandonen los métodos violentos que usan contra la nación.

La guerra la declaró el narcotráfico desde el mismo día en que Colombia firmó el tratado de extradición con EE UU. Ya ha costado muchos muertos. El primero fue el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, asesinado el 30 de abril de 1984. Le siguieron magistrados, jueces, periodistas y ahora el procurador. La guerra es en serio, y según declaran ellos mismos, poseen los suficientes recursos financieros y "una sólida y amplia organización" para impedir las extradiciones.

Nuevas amenazas

Ayer, con un país agobiado por el asesinato del fiscal del Estado, formularon nuevas amenazas.

En una llamada a El Espectador, el comando de Los Extraditables Hermanos Pavón Jatter, el mismo que secuestró a Andrés Pastrana, anunció: "Vayan preparando la lista de los bienes de las familias Cano y Santos". Se refieren a los dueños de los dos grandes diarios del país, El Tiempo y El Espectador.

Ayer también las noticias confirmaron que la violencia que desangra a Colombia no ha dado tregua. Un candidato de la Unión Patriótica a la alcaldía de un pueblo de la costa fue asesinado a balazos. Y dos candidatos a alcaldías de la provincia de Santander, uno liberal y otro conservador, se retiraron de la contienda. A la oficina de uno de ellos llegaron hombres armados y le amenazaron; al otro, una llamada telefónica le anunció que moriría si insistía en ser alcalde.

En estas horas crítica se recuerda que Hoyos siempre habló claramente sobre los grandes problemas del país. Nunca temió hablar de su posición frente al narcotráfico. "La gente ve a los grandes capos de la mafia, pero las autoridades no los ven", afirmó en repetidas ocasiones el fiscal asesinado. Tal vez el recuerdo imborrable que tendrán de él los colombianos sea el discurso que pronunció en el Congreso, en septiembre del año pasado. Tras parodiar las palabras de Bertolt Brecht, primero mataron a los comunistas, pero a mí no me importó, porque yo no era comunista; después detuvieron a los sindicalistas, pero ( ... )', concluyó: "El procurador le dice al Senado y al pueblo colombiano: hay que hacer algo antes de que sea demasiado tarde".