TRIBUNALES

Antonio Escohotado, condenado a dos años por drogas

El profesor de Filosofía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Antonio Escohotado ha sido condenado por la Audiencia de Mallorca a dos años de prisión y a una multa de 50.000 pesetas por un delito frustrado de tráfico de drogas.

Escohotado, de 46 años, fue detenido en febrero de 1983 en Ibiza. La policía alegó que el profesor intervenía en una operación de compra-venta de cocaína. Esta detención se produjo meses después de que participara en un espacio de televisión defendiendo el libre comercio de los estupefacientes. Sus tesis originaron un enfrentamiento con el p...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El profesor de Filosofía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Antonio Escohotado ha sido condenado por la Audiencia de Mallorca a dos años de prisión y a una multa de 50.000 pesetas por un delito frustrado de tráfico de drogas.

Escohotado, de 46 años, fue detenido en febrero de 1983 en Ibiza. La policía alegó que el profesor intervenía en una operación de compra-venta de cocaína. Esta detención se produjo meses después de que participara en un espacio de televisión defendiendo el libre comercio de los estupefacientes. Sus tesis originaron un enfrentamiento con el portavoz de la policía asistente al programa.El defensor de Escohotado pidió en el juicio su absolución, alegando que se trataba de un delito inexistente ya que había sido provocado por la misma policía. El fiscal reclamó seis años y un día de prisión.

A raíz de su detención, Escohotado escribió un artículo en EL PAIS -el 31 de marzo de 1983- donde aseguraba que había obrado en defensa de su integridad y de la de su familia, y que había sido utilizado de forma indigna por la policía.

"La operación de atrapamiento, con inspectores y confidentes llevando millones de pesetas en metálico, pistolas y jeringuillas de yonki, ha podido significar una catástrofe para mí y los míos. Si llego a sustraerme de la operación -como propuse ingenuamente a los falsos gánsteres-, ni San Pedro me quita el sello de delator y sus implacables castigos", aseguraba Escohotado.

"Me parecen peligrosas estas técnicas de atrapamiento, que cometen delitos mayores para provocar delitos menores, que usan de las personas como si fuesen un trapo, que arriesgan males irreparables por bienes reparables, y que anteponen el fin a los medios," concluía el filósofo. La sentencia será recurrida ante el Supremo.

Archivado En