Se agrava el estado de salud de los iraníes en huelga de hambre en París
Un total de 14 de los 40 iraníes que se hallan en huelga de hambre en París se encuentran hospitalizados en un estado de debilidad extrema, que "hace temer accidentes irreversibles para su salud y para su vida", según manifestaron ayer fuentes de la organización Muyabidines del Pueblo, que se opone al régimen del ayatolá Jomeini. Las 40 personas que están en huelga de hambre ante la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados protestan por las deportaciones de 14 iraníes a Gabón por el procedimiento de "expulsión de urgencia absoluta", prevista en la ley francesa para los casos en que está en...
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Un total de 14 de los 40 iraníes que se hallan en huelga de hambre en París se encuentran hospitalizados en un estado de debilidad extrema, que "hace temer accidentes irreversibles para su salud y para su vida", según manifestaron ayer fuentes de la organización Muyabidines del Pueblo, que se opone al régimen del ayatolá Jomeini. Las 40 personas que están en huelga de hambre ante la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados protestan por las deportaciones de 14 iraníes a Gabón por el procedimiento de "expulsión de urgencia absoluta", prevista en la ley francesa para los casos en que está en peligro la seguridad de la República.
La huelga de hambre, protagonizada principalmente por familiares de los expulsados, empezó hace 35 días, y ha recibido muestras de simpatía del propio presidente de la República, cuya esposa, Danielle Mitterrairid, les visitó en las caravanas donde se hallan ante la sede del organismo de las Naciones Unidas en Neuilly, en la periferia de París. La expulsión de los iraníes fue una de las monedas de cambio pagadas por el Gobierno francés a los secuestradores de los periodistas Jean-Louis Normandin y Roger Auque, liberados a principios de diciembre.El grupo de expulsados estaba formado inicialmente por 17 personas, tres de ellas de nacionalidad kurda con pasaporte turco y el resto iraní. Dos de ellos fueron autorizados a regresar desde Gabón hasta el Reino Unido y Suecia, donde tenían reconocido su estatuto de refugiados políticos. El resto se halla internado en un hotel de la capital gabonesa, custodiados por la policía y sometidos a un régimen de paseos limitados por la calle bajo vigilancia armada.
Sin comunicación
Desde hace tres días, los familiares de los iraníes no pueden comunicar con sus compatriotas deportados, que en su mayoría se encuentran también en huelga de hambre. Dos de los expulsados se hallan, según la organización de los Muyahidines del Pueblo, con la salud muy deteriorada por la huelga de hambre.
Un tribunal administrativo parisiense decidirá esta misma semana sobre la legalidad de siete de las expulsiones por el procedimiento de urgencia absoluta. El ministerio público ha solicitado la suspensión provisional de tres expulsiones y el mantenimiento de las otras cuatro.
En una carta publicada por el diario Le Monde, los compañeros de estudio de una de las expulsadas aseguran que ella 3 su hermana fueron trasladadas a Gabón después de que la policía comprobara la ausencia del padre, inicialmente designado para la expulsión.
El comisario europeo francés y ex ministro de Asunto Exteriores socialista Claud Cheysson confirmó que la policía francesa había expulsado familiares cuando no encontraba a las personas inicialmente designadas, y descalificó duramente las expulsiones ordenadas por el Gobierno.