El Gobierno encarga a Carvajal que gestione en Cuba la libertad de 24 presos políticos relacionados con España
El presidente del Senado, José Federico de Carvajal, llegará hoy, domingo, a La Habana llevando un mensaje personal del presidente del Gobierno, Felipe González, para el jefe del Estado cubano, Fidel Castro, interesándose por la liberación de 24 presos políticos relacionados o con familiares en España, según informaron medios diplomáticos. La visita de Carvajal, que tiene carácter oficial y ha suscitado una fuerte polémica en medios políticos españoles, se produce cuando las relaciones hispanocubanas atraviesan una fase calificada como "delicada" por las fuentes diplomáticas consultadas por es...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El presidente del Senado, José Federico de Carvajal, llegará hoy, domingo, a La Habana llevando un mensaje personal del presidente del Gobierno, Felipe González, para el jefe del Estado cubano, Fidel Castro, interesándose por la liberación de 24 presos políticos relacionados o con familiares en España, según informaron medios diplomáticos. La visita de Carvajal, que tiene carácter oficial y ha suscitado una fuerte polémica en medios políticos españoles, se produce cuando las relaciones hispanocubanas atraviesan una fase calificada como "delicada" por las fuentes diplomáticas consultadas por este periódico.
Diversos emisarios españoles llegados a la capital cubana en las últimas semanas han insistido discretamente en la necesidad de que Fidel Castro flexibilice el régimen de salidas de la isla, así como el de los presos políticos.Así ocurrió con los discretos viajes que realizaron recientemente a La Habana el secretario general de Política Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores, Máximo Cajal; y el ministro de Educación, José María Maravall.
El hecho de que España haya sido elegida para ocupar, desde este año y hasta finales de 1990, una plaza en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas acrecienta el interés de las autoridades cubanas por mantener una buena relación con nuestro país. Máxime cuando, en aras del mantenimiento de unos idóneos lazos diplomáticos, España suele abstenerse en foros internacionales de condenar la política cubana relativa a derechos humanos.
Polémica
En este contexto se enmarca la petición que Carvajal hará a sus interlocutores cubanos -el propio Fidel Castro; el ministro de Asuntos Exteriores, Isidoro Malmierca; el vicepresidente Carlos Rafael Rodríguez y otras autoridades, entre ellas el presidente de la Asamblea del Poder Popular-, tratando de obtener garantías de pronta libertad para una lista de 24 presos.
Carvajal es portador de un mensaje personal en este sentido de Felipe González para Castro. Ello otorga un contenido político a este viaje del presidente del Senado, que en anteriores desplazamientos al extranjero irritó a algunos sectores del palacio de Santa Cruz con sus intentos de diplomacia paralela.
Sin embargo, el viaje que realiza Carvajal a Cuba no está exento de polémica: diversos sectores políticos se han mostrado contrarios a la entrega de la medalla de oro del Senado a Fidel Castro, por entender que "no tiene sentido entregar una medalla parlamentaria en un país que carece de Parlamento representativo". Por ello, tras haber aceptado inicialmente figurar en la comitiva -según consta en el Acta de la Junta de Portavoces del 11 de diciembre-, el portavoz del Grupo Popular en la Cámara alta, José Miguel Ortí Bordás, decidió retirarse de la delegación parlamentaria española que viaja a Cuba, aparentemente por presiones de su partido, AP.
Por ello, el séquito de Carvajal ha quedado reducido a un representante de su propia partido, el PSOE (Manuel Angel Aguilar), otro del CDS (Alberto Dorrego) y otro del PNV (Ignacio Gaminde), además de funcionarios de la Cámara, entre ellos la letrada jefa de Relaciones Exteriores, Elena Boira, unida sentimentalmente al presidente del Senado.