Vergüenza histórica

Con referencia al artículo publicado en EL PAÍS con fecha 28 de diciembre de 1987 del señor Roldán Rodríguez, Una vergüenza para la historia, a la firma del mismo uno la mía, toda vez que las circunstancias por las que se nos negó los derechos que amparaba el capítulo I, artículo 12 fue debida al derecho de la fuerza y no al de la razón, y a los hechos me remito:El que suscribe y firma, en mi expediente aporté la documentación precisa para acogerme al título 1, y se me denegó por inconstitucionalidad, siendo ésta anulada por sentencia del Tribunal Constitucional el 28 de diciembre de 19...

Con referencia al artículo publicado en EL PAÍS con fecha 28 de diciembre de 1987 del señor Roldán Rodríguez, Una vergüenza para la historia, a la firma del mismo uno la mía, toda vez que las circunstancias por las que se nos negó los derechos que amparaba el capítulo I, artículo 12 fue debida al derecho de la fuerza y no al de la razón, y a los hechos me remito:El que suscribe y firma, en mi expediente aporté la documentación precisa para acogerme al título 1, y se me denegó por inconstitucionalidad, siendo ésta anulada por sentencia del Tribunal Constitucional el 28 de diciembre de 1987, por la que se reconocen los derechos y obligaciones al mismo.

Esta sentencia ha sido apelada por el abogado del Estado basándose la misma en la tesis de que la fecha del 18 de julio de 1936 marca un hito, ya que, según él, los que ingresaron después lo hicieron sólo para ganar la guerra y no con ánimo de continuar en el Ejército. Con perdón, pero creo que esta opinión de este señor es gratuita; en mi caso, y puede que en el de muchos otros, se da la circunstancia de que en la fecha citada era alumno interno del Colegio de Huérfanos de Oficiales de Infantería en Toledo, y precisamente no pude ingresar en la Academia Militar, no por mi gusto, sino porque me lo impidieron los que en la actualidad gozan de este privilegio y los que por extrañas circunstancias son apoyados por la Administración.- Emilio Sánchez Gálvez.