Francia se niega a aceptar la 'opción triple cero' de desarme nuclear presentada por Honecker en París

Francia no contempla con buenos ojos la posibilidad de una negociación que lleve a la llamada opción triple cero o desmantelamiento de los misiles nucleares de más corto alcance (menos de 500 kilómetros) desplegados en Europa. Así lo declaró anoche el portavoz del Elíseo, que explicó la primera entrevista, de una hora y media de duración, que celebraron a última hora de la tarde, en París, el jefe de Estado francés, François Mitterrand, y el presidente de] Consejo de Estado de la República Democrática Alemana (RDA), Erich Honecker, en las primeras horas del viaje oficial de este último a Franc...

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Francia no contempla con buenos ojos la posibilidad de una negociación que lleve a la llamada opción triple cero o desmantelamiento de los misiles nucleares de más corto alcance (menos de 500 kilómetros) desplegados en Europa. Así lo declaró anoche el portavoz del Elíseo, que explicó la primera entrevista, de una hora y media de duración, que celebraron a última hora de la tarde, en París, el jefe de Estado francés, François Mitterrand, y el presidente de] Consejo de Estado de la República Democrática Alemana (RDA), Erich Honecker, en las primeras horas del viaje oficial de este último a Francia.

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Honeeker había propuesto al canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Kofhl, la congelación de toda modernización de los misiles de más corto alcance, a realizar en el marco de las negociaciones sobre reducción de armas convencionales en Europa.Mitterrand expresó ayer a Honecker la oposición francesa a toda negociación que considere esta clase de armas nucleares como material táctico, como sería el caso si se discutiera su reducción junto a la del material convencional. Para la RDA, en cambio, toda discusión sobre material convencional termina convergiendo en la discusión sobre el llamado armamento de doble uso, es decir, que puede lanzar indistintamente vectores nucleares o vectores convencionales. La posición de la RDA sobre este punto halla una buena comprensión en la RFA, pues este tipo de armas parecen expresamente concebidas para una conflicto reducido al suelo alemán de ambos lados de la frontera interalemana.

Francia teme que una negociación de este tipo termine poniendo en cuestión las armas nucleares francesas de corto alcance, que Mitterrand se empeña en denominar como pre-estratégicas, en vez de tácticas, y que según su doctrina forman parte indisociable de la fuerza de disuasión francesa. Esta fuerza de disuasión Francia sólo está dispuesta a discutirla el día en que las dos superpotencias pongan sobre la mesa una reducción de su arsenal estratégico, es decir, los misiles intercontinentales. La diferencia fundamental entre Mitterrand y Honecker está en las prioridades en las actuales negociaciones de desarme. Mientras Mitterrand cree que después de los euromisiles hay que seguir Con los misiles de largo alcance y con el armamento estrictamente convencional, Honecker propone la inmediata reducción de las armas nucleares tácticas, con el objetivo de crear un corredor desnuclearizado en Europa central. En su propuesta se incluye asimismo la eliminación de las armas químicas en esta zona.

La propuesta germano-oriental, acogida positivamente en la RFA, puede tener por el momento mayores efectos políticos que prácticos, principalmente en las relaciones entre Bonn y París, después de los últimos esfuerzos realizados para acercar las concepciones de ambos gobiernos en materia de defensa.

Tono positivo

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El tono de la visita de Honecker a París, a pesar de las divergencias manifestadas desde primera hora, es claramente positivo y el clima en que se desarrollan las conversaciones cordial y cálido. Honecker llegó ayer por la tarde, con dos cuestiones de discusión en su cartera, la intensificación de los intercambios comerciales e industriales y la cooperación cultural. Pero oficiosamente, tal como corroboraron los primeros contactos, dos temas de mayor envergadura salían de su abultada cartera, la que corresponde al primer dirigente, germano-oriental que visita París y al primero también que viaja a uno de los tres países occidentales que se responsabilizan del actual estatuto de Berlín. Estos temas son las propias relaciones interalemanas, en la medida en que afectan a las potencias aliadas que cuentan con tropas sobre suelo alemán, y la propuesta de triple opción cero.Para Mitterrand, en cualquier caso, la visita es la ocasión para emprender su peculiar ostpolítik. tal como demuestran sus explícitas declaraciones a la televisión de la RDA. En ellas ha ratificado el empeño francés en una defensa europea en la que los europeos asuman un mayor protagonismo, pero a la vez ha subrayado "que sería una visión exageradamente corta, privada o desprovista de todo sentido histórico no considerar Europa como una realidad entera".

[En cuanto a una posible reforma en el sistema de la RDA, un alto funcionario del partido comunista de Alemania Oriental -uno de los países más reticentes al programa de Mijail Gorbachov- ha declarado que la RDA seguirá la misma política que inició en 1971. Otto Reinhold, miembro del Comité Central y cabeza de la Academia de Ciencias Sociales de la RDA, afirmó en el diario oficial Neues Deutschland, que la política de impulsar la productividad y mejorar las condiciones sociales ha sido un éxito, informa Reuter.)

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