La pastoral vasca

Tengo que confesar que ordinariamente estoy de acuerdo con los editoriales de ese periódico y que en muchas ocasiones he utilizado la información y las opiniones que en él aparecen para ilustrar algunas de mis intervenciones parlamentarias. Sin embargo, tengo que mostrar mi estupor ante la afirmación contenida en el editorial del día de Navidad referida al mensaje del Rey. Dice el editorial que don Juan Carlos pide "una clara actitud de rechazo no sólo para quienes hacen correr la sangre de los españoles víctimas de sus atentados, sino también para quienes los amparan, disculpan o justifican, ...

Tengo que confesar que ordinariamente estoy de acuerdo con los editoriales de ese periódico y que en muchas ocasiones he utilizado la información y las opiniones que en él aparecen para ilustrar algunas de mis intervenciones parlamentarias. Sin embargo, tengo que mostrar mi estupor ante la afirmación contenida en el editorial del día de Navidad referida al mensaje del Rey. Dice el editorial que don Juan Carlos pide "una clara actitud de rechazo no sólo para quienes hacen correr la sangre de los españoles víctimas de sus atentados, sino también para quienes los amparan, disculpan o justifican, cualesquiera que sean sus posiciones políticas, sociales o religiosas". No hace falta forzar el texto del mensaje para ver en la frase una referencia a la reciente pastoral de los obispos vascos.He leído con toda detención la pastoral Diálogo y negociación para la paz y no encuentro en ella una sola línea que justifique, disculpe o ampare la violencia. Bien al contrario, abundan las expresiones terminantes de deslegitimación del uso de la violencia armada. En consecuencia, creo que el Rey, que ejerce de un modo razonablemente correcto la función moderadora que le otorga la Constitución, no ha podido referirse a los obispos de la comunidad autónoma vasca y sí quizá a alguno de esos curas fundamentalistas que pululan por HB. Si no fuera así, el Rey, que no es infalible, se ha equivocado o le han equivocado sus asesores. Aquí, afortunadamente, todos podemos errar: los políticos, los editorialistas, los obispos, los asesores y hasta el mismo Rey. Pero en esta ocasión los obispos no se han equivocado. Feliz año nuevo.- Diputado presidente de Euskadiko Ezkerra.