Cartas al director

La nobleza de Lapesa

Tanto un editorial de EL PAÍS como un artículo de Pedro Laín Entralgo han comentado ya el nombramiento de Rafael Lapesa para director de la Real Academia Española; es quizá el momento de añadir alguna cosa.Lapesa ha estado con honda preocupación los días siguientes a su nombramiento; él nunca ha hecho nada chapuceramente, y sabe que cumplir con rigor y primor sus nuevas obligaciones le ha de quitar tiempo precioso de estudio personal.

De don Rafael Lapesa puede recordarse, además, su actitud noble y conciliadora en los días muy difíciles de la guerra, cuando ésta había caído como un hac...

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Tanto un editorial de EL PAÍS como un artículo de Pedro Laín Entralgo han comentado ya el nombramiento de Rafael Lapesa para director de la Real Academia Española; es quizá el momento de añadir alguna cosa.Lapesa ha estado con honda preocupación los días siguientes a su nombramiento; él nunca ha hecho nada chapuceramente, y sabe que cumplir con rigor y primor sus nuevas obligaciones le ha de quitar tiempo precioso de estudio personal.

De don Rafael Lapesa puede recordarse, además, su actitud noble y conciliadora en los días muy difíciles de la guerra, cuando ésta había caído como un hachazo sobre el Centro de Estudios Históricos. Luego, durante 30 años, honró una cátedra en la universidad Complutense, siendo en ese tiempo uno de los más limpios ejemplos de liberalismo y de honestidad y sabiduría. Lapesa no sale ganando con su nuevo cargo, pero la Academia sí que gana.-

catedrático de la UNED,

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