España no se incorporará definitivamente al régimen de cuotas de producción siderúrgica de la CE, que puede desaparecer en 1988

España no se incorporará al régimen de cuotas de producción siderúrgica vigente en la Comunidad Europea (CE) y que tiene, además, bastantes probabilidades de desaparecer en 1988, según las primeras conclusiones de largo debate que mantuvieron ayer en la capital belga los titulares de Industria de los doce.

Los ministros, entre los que figuraba el español Luis Carlos Croissier, se reunieron para discutir del porvenir del sistema que, a pesar de contingentar la fabricación de acero en la CE desde 1980, no ha logrado evitar que la producción supere aún a la demanda en 30 millones de...

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España no se incorporará al régimen de cuotas de producción siderúrgica vigente en la Comunidad Europea (CE) y que tiene, además, bastantes probabilidades de desaparecer en 1988, según las primeras conclusiones de largo debate que mantuvieron ayer en la capital belga los titulares de Industria de los doce.

Los ministros, entre los que figuraba el español Luis Carlos Croissier, se reunieron para discutir del porvenir del sistema que, a pesar de contingentar la fabricación de acero en la CE desde 1980, no ha logrado evitar que la producción supere aún a la demanda en 30 millones de tonela das anuales y que el excedente laboral sea de 80.000 puestos de trabajo.

Aunque era poco probable que los doce consiguiesen ponerse de acuerdo ayer por la noche -tenían la intención de encon trarse nuevamente el 22 de diciembre-, el Consejo de Ministros parecía inclinarse mayoritariamente por no prolongar el régimen vigente a menos que no lo grase identificar con precisión las nuevas reducciones necesarias de capacidad de producción para adecuar la oferta a la demanda.

Aún así, se iniciaría un período de prueba de seis meses, al término del cual las cuotas quedarían casi automáticamente abolidas si la prórroga no conllevaba una disminución efectiva del excedente siderúrgico.

Ante la relativa incertidumbre que caracteriza el futuro de la siderurgia comunitaria, España, que se beneficia de un período transitorio hasta 1989, no está tentada para participar en el régimen de cuotas a pesar de que el vicepresidente del órgano ejecutivo europeo, el alemán Karl-Heinz Narjes, se lo sugirió antes del verano.

Esperar y ver

"Sería absurdo que entrásemos", comentó Croissier, "porque la situación no está clara y ni siquiera merece la pena discutirla". "Necesitamos primero ver cómo queda el sistema definitivo", añadió el ministro.

Aunque al no aplicar las cuotas, la opinión de España cuenta relativamente poco en un debate que sólo le afecta indirectamente, la postura del Ministerio de Industria sí es favorable a la prórroga de ese régimen porque considera que para la siderurgia española es, a medio plazo, preferible a la reinstauración de la libre competencia

Para el año próximo, el Ministerio de Industria ha pedido, en cambio, la prórroga de las cinco claúsulas de salvaguardia siderúrgícas que autorizan a la Administración española a limitar las importaciones de bobinas en caliente, galvanizados, chapa gruesa y fría y alambrón.

Luis Carlos Croissier ha solicitado también que se afiadan a, este lista la hojalata y el llantón, cuyas importaciones, señaló el ministro de Industria, se hari multiplicado por diez porque es utilzado como producto sustitutivo de la chapa gruesa.

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