Cuanto más cobarde, más fuerte
"La situación se ha agudizado. Nos encontramos con una gran fuerza que conoce sus intereses y los defiende, y a veces no nos queda otro remedio que ir al sacrificio", dijo uno de los oradores en el debate en la Casa de los Literatos de Moscú."Se puede también coger el fusil", respondió una mujer entre el público.
Una iniciativa por la cual siete jóvenes miembros de los clubes informales fueron detenidos el sábado por la policía en el barrio del Arbat encontró un apoyo total entre el respetable público de la Casa de los Literatos de Moscú.
Se trata de la construcción de un monumen...
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"La situación se ha agudizado. Nos encontramos con una gran fuerza que conoce sus intereses y los defiende, y a veces no nos queda otro remedio que ir al sacrificio", dijo uno de los oradores en el debate en la Casa de los Literatos de Moscú."Se puede también coger el fusil", respondió una mujer entre el público.
Una iniciativa por la cual siete jóvenes miembros de los clubes informales fueron detenidos el sábado por la policía en el barrio del Arbat encontró un apoyo total entre el respetable público de la Casa de los Literatos de Moscú.
Se trata de la construcción de un monumento a las víctimas del estalinismo, una decisión del 22º Congreso del PCUS jamás puesta en práctica.
Faltaron hojas para firmar la petición al Soviet Supremo por la que ha trabajado arduamente el joven Dima Yurasov, el estudiante de Historia que ha reunido un fichero con 100.000 nombres de represaliados.
"El partido nunca ha encontrado resistencia desde abajo; por eso, en un sistema de partido único, la única manera de avanzar es con la glasnost, pero se ha dado un paso atrás con estas tenebrosas figuras, que se han puesto ellas mismas en evidencia", decía uno de los oradores refiriéndose a los miembros del comité municipal que tomaron parte en la sesión de condena contra Eltsin.
"El contenido y la atmósfera de la discusión convencieron una vez más de la madurez y el gran potencial político de la organización municipal de partido y de su comité", había dicho Gorbachov al término de la sesión donde él mismo había intervenido.
Alguien calificó de "cobarde" al aparato de 18 millones de funcionarios que gobierna la sociedad soviética. "Cuanto más cobarde, más fuerte", dijo alguien del público.