Crítica:

Cuando el cante no duele

I Jornada Musical

Cante: José Menese. Toque: Enrique de Melchor. Escuela universitaria de formación de profesorado de EGB María Díaz Jiménez, 13 de noviembre.

La llegada hace un mes de Antonio Moreno a la dirección de este centro, más conocido como Escuela Normal, se refleja ya en el inicio de unas jornadas musicales en la primera de las cuales hubo cante flamenco junto a música barroca.Recital de cante de José Menese con la guitarra maestra de Enrique de Melchor. Ni uno ni otro tuvieron su noche más afortunada. Las circunstancias quizá no eran muy propicias para ello, sal...

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I Jornada Musical

Cante: José Menese. Toque: Enrique de Melchor. Escuela universitaria de formación de profesorado de EGB María Díaz Jiménez, 13 de noviembre.

La llegada hace un mes de Antonio Moreno a la dirección de este centro, más conocido como Escuela Normal, se refleja ya en el inicio de unas jornadas musicales en la primera de las cuales hubo cante flamenco junto a música barroca.Recital de cante de José Menese con la guitarra maestra de Enrique de Melchor. Ni uno ni otro tuvieron su noche más afortunada. Las circunstancias quizá no eran muy propicias para ello, salvo en lo que respecta al público, entusiasta y generoso. Pero la megafonía no era idónea para el cante, los artistas no se oían en el escenario y no pudieron llegar a ese diálogo que cabe esperar de dos personalidades de su calidad y tan compenetrados habitualmente.

Menese, que puso mucha voluntad y entrega, no acabó de encontrar esa vena de grandeza frecuente en él. Pasó por la mariana, la farruca e incluso la petenera, cante en que suele brillar siempre, sin dar la medida a que nos tiene acostumbrados. Tampoco en la soleá mejoró mucho. Por tangos ya estaba más centrado, cuando llegaba al término de un recital programado mucho más largo. Cantó para finalizar tonás, como él mismo anunció, " suaves, para no molestar". Estas palabras quizá resumían lo que había sido su actuación, porque el cante, el gran cante flamenco, tiene que molestar, y herir, y hacer daño. Es el cante que suele darnos Menese, aunque en esta ocasión no pudiera ser.

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