Cultura contra burocracia

Alcalá de Henares quiere convertirse en la alternativa popular a un Madrid burocratizado

Alcalá de Henares perdió la batalla por conseguir la capitalidad administrativa de la Comunidad de Madrid. La ciudad juega ahora la baza de recuperar y utilizar su esplendoroso pasado para cimentar sobre 2.000 años de historia su futuro: cultura frente a burocracia. Cervantes, Cisneros, Lebrija y otros tanto santones de la vieja guardia cultural alcalaína compartirán los honores de los visitantes con los más vanguardistas en esta villa renacentista, titulada ciudad por el rey Carlos II hace 300 años.

Alcalá de Henares no es una ciudad dormitorio. Ésta es la opinión casi unánime de sus 1...

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Alcalá de Henares perdió la batalla por conseguir la capitalidad administrativa de la Comunidad de Madrid. La ciudad juega ahora la baza de recuperar y utilizar su esplendoroso pasado para cimentar sobre 2.000 años de historia su futuro: cultura frente a burocracia. Cervantes, Cisneros, Lebrija y otros tanto santones de la vieja guardia cultural alcalaína compartirán los honores de los visitantes con los más vanguardistas en esta villa renacentista, titulada ciudad por el rey Carlos II hace 300 años.

Alcalá de Henares no es una ciudad dormitorio. Ésta es la opinión casi unánime de sus 142.000 habitantes, buena parte de los cuales, bien es cierto, quema diariamente 60 kilómetros -entre la ida y la vuelta- para fichar en una empresa madrileña y volver a casa a media tarde.En esta ciudad -ligada, pero no dependiente de Madrid- se celebran desde hace cuatro años actos culturales que rebasan los límites municipales. El atractivo de una ciudad monumental y el esfuerzo de algunas instituciones, y grupos locales por revivir las glorias del pasado se plasma en una programación cultural anual y en las grúas que se mueven entre las puntiagudas torres.

"Alcalá vive ahora un momento crucial de su historia. O logramos crear en los próximos meses la infraestructura necesaria para desarrollar el potencial cultural de la ciudad, o perderemos la oportunidad definitivamente. Recuperar Alcalá no es sólo un plan local de rehabilitación de edificios históricos, sino un proyecto cultural para Europa", afirma José Morilla Critz, vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universidad de Alcalá.

La universidad alcalaína ha recuperado ya algunos de los edificios que históricamente le pertenecían. Los restantes, ocupados actualmente por el Ejército, le serán transferidos en los próximos años. En esos edificios de los siglos XVI y XVII se dan ya clases de filología, historia, económicas y empresariales. La antigua cárcel de mujeres y el colegio de San Basilio Magno serán, en cuanto finalicen las obras de restauración, residencia universitaria para más de 500 estudiantes.

Estudiantes viajeros

Actualmente son minoría los alumnos de la Universidad de Alcalá que viven en la ciudad. El 50% de los estudiantes proceden de Madrid y se desplazan diariamente para asistir a clase. "Con la instalación de colegios mayores y facultades en el centro pretendemos que los alumnos residan en la localidad donde estudian y vuelvan a tener el ambiente del siglo XVII", declara Morilla.En 1687, Alcalá tenía una población aproximada de 5.000 vecinos, más cerca de 2.000 estudiantes que residían temporalmente en el pueblo, lo que significa que casi un 30% de los habitantes de la localidad estaba constituido por estudiantes universitarios.

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Los Debates de Alcalá y los cursos de verano son las actividades más representativas de la acción cultural en la universidad creada por Cisneros en 1498. El primer debate, celebrado en marzo con el título Manuel Azaña, política y cultura en la España moderna, reunió en Alcalá a especialistas e historiadores internacionales.

En dos de los monumentos más conocidos de Alcalá, la citada Capilla del Oidor y la Casa de la Entrevista, la Fundación Colegio del Rey, organismo autónomo creado por el Ayuntamiento, celebra permanentemente exposiciones, debates y ciclos de conferencias. 90.000 personas visitaron la exposición Clausuras de Alcalá, en la que se mostraron los tesoros de los conventos de la ciudad. Ese patrimonio no salía al exterior desde 1926.

"Nuestra línea de actuación tiene una doble vertiente", explica José Antonio Muñoz, director de la Fundación Colegio del Rey. "Por una parte, rescatar la tradición cultural alcalaína y buscar lo más vanguardista, y por otra parte, fomentar las iniciativas culturales de los grupos y asociaciones locales".

"Para solucionar la deficiente infraestructura hotelera de la ciudad es necesario atraer clientes, y para atraer visitantes es imprescindible ofrecerles atractivos".

Ésta es, en palabras del alcalde, Florencio Campos, la pescadilla que se muerde la cola. Mientras ponen hoteles, Alcalá vive entre los descubrimientos neolíticos junto al río Henares y la parafernalia posmoderna de los bares de La Zona.

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