UN INVENTO QUE POPULARIZÓ LA MÚSICA

El disco cumple sus primeros 100 años de vida

Parece ser que fue el 8 de noviembre de 1887 cuando Emile Berliner patentó un nuevo sistema de grabación al que llamó gramophone, un disco rudimentario. Desde entonces se ha pasado por una gran variedad de soportes para la grabación de sonidos, desde el vinilo al DAT (grabador-reproductor digital, a punto de comercializarse). Hoy ya se está por encima de las posibilidades de captación del oído medio. Con la difusión masiva del arte, éste, como estableció Walter Benjamin, pierde su Aura. Pero ha permitido poner la música, en todas su variedades, al alcance de las masas. Ahora se cumplen los pri...

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Parece ser que fue el 8 de noviembre de 1887 cuando Emile Berliner patentó un nuevo sistema de grabación al que llamó gramophone, un disco rudimentario. Desde entonces se ha pasado por una gran variedad de soportes para la grabación de sonidos, desde el vinilo al DAT (grabador-reproductor digital, a punto de comercializarse). Hoy ya se está por encima de las posibilidades de captación del oído medio. Con la difusión masiva del arte, éste, como estableció Walter Benjamin, pierde su Aura. Pero ha permitido poner la música, en todas su variedades, al alcance de las masas. Ahora se cumplen los primeros 100 años de un invento que democratizó el sonido.

Este año se cumple el centenario del disco como soporte técnico a la grabación sonora. En algunos textos se da el 8 de noviembre de 1887 como le fecha concreta en la que se inscribió la patente de este nuevo ingenio. La necesidad de grabar la propia voz y consiguientemente cualquier otro sonido no ha nacido en los albores de la revolución consumista. Ya un antiguo proverbio chino, con más de 2.000 años de antígüedad, habla de dos príncipes que se comunicaban mediante un recipiente que recogía y guardaba la voz de uno para llevársela al otro. La existencia de ese recipiente no pasará de ser una duda poética rodeada de fantasía oriental, pero deja constancia de un deseo que ya marcó a las más antiguas civilizaciones.Cuando Charles Cros, más poeta que científico, decidió, en abril de 1877, cómo tenía que ser su paléophone poco podía imaginar lo que sucedería un siglo después con las maravillas del láser y la digitalización. Desde que Thomas Edison, el 6 de diciembre de 1877, tararease la canción infantil Mary had a little lamb y dejase su voz grabada en un cilindro de estaño hasta el revolucionario DAT (grabador-reproductor digital a punto de comercializarse) japonés sorprendiese a propios y extraños, los avances técnicos se han sucedido a un ritmo inimaginable.

De la sandalia a la nave

La distancia que separa el cilindro de Edison del DAT es prácticamente la misma que separa las sandalias de los primitivos viajeros de las actuales naves espaciales, entre ambas cimas científicas se trama una historia de investigación en los límites de la fantasía. Ante la celebración del centenario del disco fonográfico puede ser interesante recordar alguno de los momentos culminantes de la evolución del soporte material del sonido grabado.Al parecer el 8 de noviembre de 1887 Emile Berliner patentaba un nuevo sistema de grabación al que llamó gramophone. El nuevo invento consistía en una placa plana de cristal endurecida con aceite y carbón (hasta entonces todos los sistemas de grabación eran verticales); una vez marcada esta placa por la aguja se procedía por fotograbado a reproducirla en otra placa de metal que podía servir para hacer nuevas copias. El disco había nacido. En la primavera de 1888 Berliner sustituyó esta placa por otra de zinc recubierta de cera que después de un tratamiento por ácido permitía moldear una matriz para prensar discos de caucho endurecido de un diámetro de 13 centímetros; para su correcta escucha era necesario girar la manivela del gramófono 70 veces por minuto. El 16 de junio Berliner lo presentaba en público creando la primera firma destinada a comercializarlo.

Edison, impulsado por los adelantos de Berliner, recuperó el fonógrafo que había patentado en 1878, exactamente el 19 de febrero. Con el perfeccionamiento de su invento comenzó la edición comercial de cilindros grabados en 1889, pero pronto tuvo que ceder ante las ventajas que el disco de Berliner acumulaba. A partir de 1912, Edison dejaría de fabricar sus cilindros y dedicaría sus esfuerzos al disco plano. El negocio del gramófono comenzó a expanderse por todo el mundo haciéndose ya muy dificil discernir si las motivaciones de cada mejora o adelanto eran puramente científicas o comerciales. El primer hito discográfico se produce en 1903 cuando la sucursal italiana de Berliner edita la grabación de la ópera Ernani de Verdi en 40 discos de una, sola cara. Al año siguiente aparece en Alemania el primer disco de dos caras.

Primer disco estereofónico

En 1931 Alan D. Blumlein patenta el primer sistema estereofónico, la EMI graba algunos discos sin atreverse a publicarlos. Walt Disney lanza en 1940 la película Fantasía con la banda sonora en estereofonía, pero habrá que esperar hasta 1957 para ver el primer disco estereofónico en el mercado. En ese interín Peter Soldmark desarrolla para CB S el disco elepé de 30 centímetros de diámetro y 33 1 / 3 revoluciones por minuto que permite casi una hora de grabación. En 1971 aparecería la cuadrofonía que terminaría engullida por la impasibilidad del mercado.El último avance significativo ha sido la reciente introducción del disco compacto, aunque la única relación que este revolucionario producto guarda con el disco estandar es su redondez, ya que el sistema de grabación, fabricación y lectura son totalmente diferentes a los que hace cien años patentase Emile Berliner. El vinilo se ha substituido por moderno material plástico prácticamente inalterable, los surcos grabados por impulsos magnéticos y la rudimentaria aguja por un rayo láser.

Todo lo anterior hace referencia exclusiva al disco como tal pero, superponiéndose a este recorrido histórico, es necesario recordar la introducción de las grabaciones eléctricas en 1919 y la aparición del primer magnetófono y de las primeras cintas magnéticas, producidas por AEG y BASF, respectivamente, en 1935. El primer magnetófono estereofónico aparecería en 1949 y un año después la primera cinta comercializada por ese procedimiento. Philips desarrollaría el casette en 1964, revolucionando el mundo de la grabación amateur. Un año después aparecerían los cartuchos de ocho pistas que tuvieron una fulgurante y efímera vida igual que una interesante variación de casete propuesta por Sony: el elcaset. La grabación digital en soporte videográfico es la última aportación destacable a esta loca carrera a la búsqueda de la perfección mientras todos los aficionados del mundo tienen su esperanza puesta en la comercialización del DAT (grabador-reproductor digital).

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