EE UU y España buscan una fórmula para "salvar la cara" en las negociaciones sobre las bases

Estados Unidos y España tratan de encontrar una fórmula para "salvar la cara" y no dar la impresión de que hay "vencedores ni vencidos" en las negociaciones sobre la reducción de la presencia militar norteamericana, cuya séptima ronda se abre hoy en Madrid. Ambas partes quieren desdramatizar la situación para intentar buscar una solución "mutuamente satisfactoria". No se esperan, sin embargo, grandes novedades en esta ronda.

Para el Gobierno español, dada la proximidad del 14 de noviembre, fecha límite para comunicar la no prórroga automática del convenio vigente, se entra en "una nueva...

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Estados Unidos y España tratan de encontrar una fórmula para "salvar la cara" y no dar la impresión de que hay "vencedores ni vencidos" en las negociaciones sobre la reducción de la presencia militar norteamericana, cuya séptima ronda se abre hoy en Madrid. Ambas partes quieren desdramatizar la situación para intentar buscar una solución "mutuamente satisfactoria". No se esperan, sin embargo, grandes novedades en esta ronda.

Para el Gobierno español, dada la proximidad del 14 de noviembre, fecha límite para comunicar la no prórroga automática del convenio vigente, se entra en "una nueva fase", en la que la cuestión de la reducción quedará subsumida en el paquete más amplio del nuevo acuerdo, lo que podría facilitar la negociación.La última propuesta estadounidense sobre el futuro de las bases consiste en reducir de 72 a "algo más de 30" la cifra de cazabombarderos F-16 autorizados a estar en Torrejón, según afirmaron ayer en Monterey (California) personas conocedoras del contenido del encuentro que el pasado martes mantuvieron en esa ciudad californiana el ministro español de Defensa, Narcís Serra, y el secretario estadounidense de Defensa, Caspar Weinberger. La propuesta es calificada de "insuficiente" por el Gobierno español, según dijo Serra, por lo que ambas partes consideran que será prácticamente imposible lograr un principio de acuerdo en la nueva ronda de negociaciones que hoy se inicia en Madrid.

La fórmula estadounidense supondría muy ligeras variaciones en el nivel de utilización de Torrejón por parte de Estados Unidos. Los 72 aviones del ala 401 basada en Torrejón integran tres escuadrones (de 24 aparatos cada uno) y sólo uno de ellos suele estar en Torrejón para realizar sobre sus aviones los correspondientes trabajos de mantenimiento. Una vez efectuados esos trabajos, el escuadrón se marcha a Italia o Turquía -donde están las bombas nucleares asignadas a esos aparatos- y llega otro escuadrón con el mismo fin. Con este sistema de rotación, en Torrejón suele haber 24 aviones de uno de los escuadrones, más algún otro avión que necesite reparaciones más profundas. En total, alrededor de 30 aparatos. Por tanto, la propuesta estadounidense escondía prácticamente la intención norteamericana de que la prevista reducción se tradujera en unas cifras menores pero que no respondían a la realidad.

Estados Unidos propuso inicialmente, según las fuentes informantes, que cualquier reducción de su presencia militar acordada entre ambas partes tendría que materializarse de forma paulatina y escalonada en un plazo de unos 10 años, o, en algún caso concreto, incluso en una cifra superior.

Sin embargo, EE UU ha rebajado en sus últimas propuestas ese plazo hasta un margen de cinco años, extremo en el que la posición española es "realmente generosa" y, por tanto, puede ser aceptable, de acuerdo con las mismas fuentes.

Al final de la reunión del Grupo de Planes Nucleares de la OTAN en Monterrey, Weinberger declaró con gesto malhumorado: "En las conversaciones que hemos mantenido les hemos dicho [a los españoles] que estamos muy preocupados por la retirada de una parte de la fuerza aérea de la OTAN. Pero no quiero decir nada más".

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Serra declaró ayer en Monterey que "España no ha enfocado estas negociaciones con un espíritu de regateo", sino teniendo en cuenta la voluntad del pueblo español reflejada en el referéndum de 1986, pero agregó que se trata de "discusiones entre países aliados", por lo que expresó su confianza en encontrar una fórmula favorable "a los intereses de España, de la OTAN y de Estados Unidos". "Tenemos tiempo por delante", señaló Serra, quien añadió que el Gobierno pretende que los F-16 abandonen España, pero no que abandonen Europa. "Estaríamos dispuestos a apoyar el despliegue de estos aviones en otro país europeo", dijo.

Fuentes próximas a Serra señalaron que, en el encuentro de éste con Weinberger, el ministro español se vio imposibilitado de "forzar o presionar" a su interlocutor, debido a que su inminente sustitución era ya conocida por todos.

Los negociadores españoles no aceptan una retirada sólo parcial de los 72 F-16 de Torrejón ni su traslado, a otra parte en territorio español, y sigue pidiendo la salida de España de los aviones cisterna instalados en Zaragoza.

La ronda se inicia a menos de 10 días del 14 de noviembre, pero la nota verbal, que debe entregar el Gobierno ese día como límite para comunicar la no prórroga automática del actual convenio "no interrumpe el proceso negociador", insiste la parte española, pero "el tiempo corre y a estas alturas del partido vuela".

El nuevo límite, tras el 14 de noviembre, es el 14 de mayo. De no haber nuevo convenio entonces, EE UU tendría que comenzar a retirar todas sus fuerzas de España. Pero al negociar la reducción en el marco del nuevo convenio, y no como hasta ahora, como algo previo, se crea "un horizonte nuevo", según España.

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, regresa hoy a Madrid para seguir de cerca esta ronda, que termina mañana, viernes, y que por parte española estará presidida por Máximo Cajal, secretario general de Política Exterior.

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