Muere en Barcelona, a los 94 años, el urólogo Salvador Gil Vernet

El prestigioso urólogo catalán Salvador Gil Vernet murió ayer, a los 94 años de edad, en su domicilio de Barcelona. Natural de Vandellós (Tarragona), el profesor Gil Vernet, padre de Josep María Gil Vernet, desarrolló una prolongada labor de investigación en el campo de la urología, por la que fue propuesto como candidato al Premio Nobel de Medicina por varias sociedades científicas españolas y extranjeras. Sus trabajos de investigación han abierto numerosos caminos en la práctica clínica, y su manual de patología urogenital continúa siendo un texto de consulta habitual en las universidades....

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El prestigioso urólogo catalán Salvador Gil Vernet murió ayer, a los 94 años de edad, en su domicilio de Barcelona. Natural de Vandellós (Tarragona), el profesor Gil Vernet, padre de Josep María Gil Vernet, desarrolló una prolongada labor de investigación en el campo de la urología, por la que fue propuesto como candidato al Premio Nobel de Medicina por varias sociedades científicas españolas y extranjeras. Sus trabajos de investigación han abierto numerosos caminos en la práctica clínica, y su manual de patología urogenital continúa siendo un texto de consulta habitual en las universidades.

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El profesor Gil Vernet se licenció en Medicina en Barcelona el año 1915 y en 1920 fue nombrado profesor adjunto de Anatomía de la facultad de Medicina de Barcelona, hasta que en 1926 ganó, por oposición, la cátedra de Anatomía de la Universidad de Salamanca.Pero su voluntad era regresar cuanto antes a Barcelona, por lo que dos años más tarde solicitó el traslado a la Universidad de Barcelona, ocupando la cátedra de Anatomía del Hospital Clínico que había dejado vacante la muerte del profesor Serés.

Allí se encontraba el también prestigioso urólogo Antoni Puigvert. Ambos especialistas adoptaron posiciones distintas en su especialidad y encabezaron dos corrientes médicas divergentes, que han sido continuadas por sus respectivos discípulos.

Trabajos de investigación

En 1933, el doctor Salvador Gil Vernet fue nombrado catedrático de Urología de la Universidad Autónoma, en cuyas clases se formaron buena parte de los especialistas que actualmente ejercen en los hospitales de Barcelona. Más tarde, fue impulsor y primer director de la Escuela Profesional de Urología, creada en 1954, en la que enseñó nuevas técnicas de análisis a los futuros urólogos. Realizó numerosos trabajos de investigación anatómicos y clínicos relacionados con la urología y el aparato genital y es autor de un tratado de patología urogenital que se utiliza como libro de texto en numerosas universidades. En 1967 presidió la Asociación Internacional de Urología y fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Toulouse.La muerte del profesor fue comunicada ayer por la tarde a sus allegados y discípulos y la noticia se extendió rápidamente entre el estamento médico. El hijo de Salvador Gil Vernet, Josep Maria, continuador de la trayectoria paterna, ha operado al ex presidente de la Generalitat, Josep Tarradellas, y al rey Juan Carlos.

En 1977, el profesor Gil Vernet fue nombrado académico de honor de la Real Academia Nacional de Medicina de España, por su contribución a la ciencia médica.

El doctor Josep Alsina Bofill, especialista en medicina interna y nefrología, miembro de la Real Academia de Medicina de Barcelona y del Institut d'Estudis Catalans, recibió con sorpresa el fallecimiento de su compañero de profesión. "hacía tiempo que no lo veía, porque estaba retirado. Para mí, Salvador ha sido una figura importantísima en la investigación anatómica y muy especialmente en el estudio del aparato urinario. Su gran trabajo estuvo relacionado con las preparaciones histológicas".

El urólogo Antoni Puigvert, fundador del hospital monográfico que lleva su nombre en Barcelona, recordó ayer la llegada del profesor Gil Vernet a la cátedra de Anatomía del Hospital Clínico de Barcelona. "Cuando murió el profesor Serés, el 26 de abril, quedó vacante la cátedra y Gil Vernet pidió el traslado desde Salamanca", manifestó Puigvert.

"Coincidimos apenas unos meses en el Hospital Clínico, tras la muerte del profesor Serés" recuerda Puigvert. "Yo creo que fue, ante todo, un gran catedrático de Anatomía. Me distancié de él, porque yo era muy fiel al espíritu del profesor Serés, y no coincidíamos", concluyó Puigvert.

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