Gorbachov descansa y la 'perestroika' sufre

La publicación de una necrológica abre un conflicto que pone en cuestión la política de transparencia informativa en la URSS

La perestroika (reestructuración) emprendida por Mijail Gorbachov vive momentos de tensión política estos días, en tanto que el máximo dirigente se encuentra, oficialmente, descansando. Dos sucesos de distinto signo -el peligro de una dimisión de graves consecuencias para el proceso de glasnost (transparencia) en la Prensa soviética y una manifestación nacionalista rusófila- han marcado, en opinión de fuentes soviéticas, dos momentos álgidos en el panorama político del momento.

El máximo dirigente ha tenido que intervenir telefónicamente, según las fuentes, a favor de Egor YakovIev, red...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La perestroika (reestructuración) emprendida por Mijail Gorbachov vive momentos de tensión política estos días, en tanto que el máximo dirigente se encuentra, oficialmente, descansando. Dos sucesos de distinto signo -el peligro de una dimisión de graves consecuencias para el proceso de glasnost (transparencia) en la Prensa soviética y una manifestación nacionalista rusófila- han marcado, en opinión de fuentes soviéticas, dos momentos álgidos en el panorama político del momento.

El máximo dirigente ha tenido que intervenir telefónicamente, según las fuentes, a favor de Egor YakovIev, redactor jefe del semanario Novedades de Moscú, quien había sufrido la reprimenda de Egor Ligachov, miembro del Politburó y secretario del Comité Central, por haber publicado la necrológica del autor disidente Victor Nekrasov, muerto recientemente en el exilio en París.Novedades de Moscú, la publicación bandera de la transparencia (glasnost) informativa, que se ha caracterizado por sus polémicos artículos, publicó la necrológica acompañada de una fotografía elogiosa al fallecido y firmada por varias figuras del mundo de la cultura, entre ellas el cantante y escritor Bulat Okudzhava y el redactor jefe de la revista Znamia, Grigori Baklanov.

Yakovlev fue convocado en privado por Egor Ligachov, que se ocupa hasta ahora de cuestiones ideológicas y es considerado como el número dos del Politburó, aseguran las fuentes. Ligachov reprochó a Yakovlev el haber actuado en solitario sin consultar con el consejo de redacción de la revista.

A la reunión privada siguió otra, junto con los redactores jefes de otros medios informativos soviéticos, de la cual dio cuenta el diario Pravda el 17 de septiembre. En esta reunión, Ligachov reprochó a Yakovlev, según las fuentes, el no haber seguido las instrucciones del miembro del Politburó del mismo apellido que el redactor jefe, Alexandr Yakovlev, secretario del Comité Central que se ocupa de las cuestiones de propaganda, cultura y prensa, entre otras.

El redactor jefe había plantado cara a Ligachov y negado la existencia de tales instrucciones, con lo que la situación llegaba al cuestionamiento de la veracidad de lo dicho por el político.

Posteriormente, y según las fuentes, el redactor jefe escribió una carta de dos folios a Gorbachov -firmada también por la Redacción- en la que ponía la jefatura de la revista a disposición de la superioridad. Gorbachov llamó por teléfono a YakovIev, le pidió que continuara en su puesto e incluso apoyó la gestión del redactor jefe, según las fuentes, cuyo testimonio implica que Gorbachov conserva su capacidad de actuación y también que acepta una divergencia con Ligachov. Alrededor de esta figura trata de aglutinarse un movimiento de resistencia a la política de glasnost. Ligachov ha hecho intervenciones en las que llama a la moderación y advierte contra una puesta en cuestión total de la flora de Stalin.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Concentración rusófila

La necrológica de Nekrasov ha aparecido poco después de que la revista literaria Oktiabr publicara un artículo donde atribuye el comienzo de la disidencia de los años setenta -forzada a exiliarse o represaliada penalmente en la URSS- a la política de Leonid Breznev y a la interrupción del proceso de desestalinización y democratización iniciado por Nikita Jruschov.Por otra parte, el pasado domingo tuvo lugar una concentración nacionalista rusófila en Radonezh, cerca de Moscú, y en las inmediaciones del monasterio de San Sergio de Zagorsk (importante centro de la iglesia ortodoxa). La televisión, en una intervención transmitida el viernes anterior, había argumentado contra tal celebración. Entre los participantes, que llevaban una bandera soviética y otra de la federación rusa, había miembros de Pamiat, grupo antisemita que se presenta como auténtico defensor de los intereses del pueblo ruso.

Un enorme contingente policial ocupaba la zona donde los concentrados esperaban poder inaugurar un monumento al monje Serguei Radonezh, quien fundó el monasterio de Zagorsk y dio la bendición al primer ejército unificado ruso que venció a los tártaros en Kulikovo (1380).

El monumento abandonó el lugar de los hechos en el camión en que había sido traído, después de que un representante del partido convenciera a los concentrados de organizar las cosas de otro modo. Pamiat, organización entre cuyas características está el ser antimasónica y antialcohólica, se ha revelado como una de las entidades más dinámicas y con mayor capacidad de movilización desde que existe una mayor tolerancia ante los grupos informales en la URSS.

Sobre la firma

Archivado En