Joselito cambia la moneda

ENVIADO ESPECIALJoselito tenía ayer una oportunidad de oro para situarse en un lugar privilegiado del escalafón. Toreando con dos figuras, era de suponer que no iban a salir por los chiqueros precisamente elefantes. El ganado de Arribas era una garantía. Pero junto a esas circunstancias objetivas del cartel se dieron por mor de la casualidad el que a Joselito le tocaran los dos únicos toros potables de la tarde. Su primero fue un toro que parecía de mazapán, de dulce que era. Pese a estar cojitranco, iba y venía con una fijeza y nobleza admirables. Lo recibió con un pase cambiado citando en el...

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ENVIADO ESPECIALJoselito tenía ayer una oportunidad de oro para situarse en un lugar privilegiado del escalafón. Toreando con dos figuras, era de suponer que no iban a salir por los chiqueros precisamente elefantes. El ganado de Arribas era una garantía. Pero junto a esas circunstancias objetivas del cartel se dieron por mor de la casualidad el que a Joselito le tocaran los dos únicos toros potables de la tarde. Su primero fue un toro que parecía de mazapán, de dulce que era. Pese a estar cojitranco, iba y venía con una fijeza y nobleza admirables. Lo recibió con un pase cambiado citando en el platillo de la plaza, y lo toreó al natural, de frente y en redondo con empaque y temple. El sexto tenía mucho más que torear y la faena fue más meritoria, aunque menos perfecta: unas veces sometía a la res, otras aprovechaba su viaje. Con el capote estuvo toda la tarde decidido e inspiradísimo. En ambos entró a matar a ley y pinchó una vez antes de agarrar sendas estocadas.

Arribas / Ojeda, Espartaco, Joselito

Tres toros de Arribas (tercero, cuarto y sexto), dos de Gavira, primero y segundo, y uno de Los Guateles, de aceptable presentación. Los de Arribas muy blandos, los de Gavira mansos, el de Los Guateles manso. Paco Ojeda: ovación y silencio; Espartaco: ovación y silencio; Joselito: oreja y oreja, con salida a hombros. Lleno. Sexta de feria. La Malagueta, 21 de agosto

Paco Ojeda pasó inédito en su primera tarde de la feria malagueña. Al manso de Gavira, intentó, y obtuvo, algún muletazo estimable, pero desistió ante la cobardía del animal. El cuarto salió de su único encuentro con el caballo absolutamente inválido. Intentó tratarlo con mimo sobre ambas manos pero el toro no necesitaba mimos sino una camilla.

Espartaco tuvo igualmente un primer manso de Gavira al que poco se le podía hacer. Al quinto de Los Guateles, lo toreó sobre ambas manos sin brillo, pues el toro punteaba y por la derecha tenía peligro. Estuvo por encima de su enemigo y acabó con el desplante de la nuca en los pitones que tanto prodiga este año y tanto entusiasma, a la galería. Lo mató de un sartenazo.

Fricciones

Como consecuencia de la corrida del jueves, ayer estuvo removido en Málaga el ambiente taurino. Se especulaba con la posibilidad de que los toros devueltos a los corrales de Cayetano Muñoz, por absoluta invalidez, estuvieran drogados, modalidad de fraude hasta ahora inédita. De momento no se dispone de los análisis de las vísceras, que la autoridad ha ordenado realizar. Es evidente que las caídas de los dos toros no fueron las habituales, aunque tampoco fueron similares entre sí. Otro incidente fue el plante de los subalternos, amenazando con no torear si no se les daba cumplida explicación de por qué había sido puesto a disposición judicial el banderillero de la cuadrilla de Joselito, Martín Recio, quien estuvo retenido en comisaría.

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