Los atentados dejan a Lima a oscuras horas después de una masiva concentración de apoyo a Alan García

La primera reacción masiva de apoyo a la nacionalización de la banca, del sistema financiero y de las compañías de seguros en Perú fue una manifestación popular que llenó ayer la céntrica plaza de Armas de Lima y obligó al presidente peruano, Alan García, a salir al balcón central del palacio de Gobierno para reafirmar sus tesis de democratización económica y social anunciadas ante el Congreso. Poco después de este acto multitudinario se produjo una serie de apagones provocados por la destrucción de torres de alta tensión, que dejaron a oscuras, escalonadamente, a la capital peruana y a amplia...

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La primera reacción masiva de apoyo a la nacionalización de la banca, del sistema financiero y de las compañías de seguros en Perú fue una manifestación popular que llenó ayer la céntrica plaza de Armas de Lima y obligó al presidente peruano, Alan García, a salir al balcón central del palacio de Gobierno para reafirmar sus tesis de democratización económica y social anunciadas ante el Congreso. Poco después de este acto multitudinario se produjo una serie de apagones provocados por la destrucción de torres de alta tensión, que dejaron a oscuras, escalonadamente, a la capital peruana y a amplias zonas del sistema interconectado del valle del Mantaro, el principal sistema eléctrico del centro del país andino.

Atentados con explosivos y enfrentamientos armados en el curso de la noche ocasionaron un número no determinado de heridos en la localidad de la Tarjea, a 16 kilómetros al norte de Lima. Balas perdidas que hicieron impacto en un coche particular produjeron la muerte de un niño de poco más de un año de edad -Raúl Villalba Camarena- y heridas graves a su madre, Nora Camarena. En el mismo lugar resultó muerto un guardia republicano, Marino Chamorro, presumiblemente a manos de un grupo de terroristas.El decreto supremo de intervención estatal en la banca privada, que salió publicado ayer en el diario oficial El Peruano tiene una vigencia de 120 días, durante los cuales unos 10 bancos y un número menor de entidades financieras y de seguros serán intervenidos por el Estado peruano, mientras se vota la ley de nacionalización en el Congreso.

Esto implica que, a partir de hoy, comités administrativos nombrados por el Gobierno quedarán al frente de las entidades bancarias, y que cesarán directivos y juntas de accionistas. El decreto reitera también la garantía estatal sobre los ahorros y las deudas contraídas por los bancos, con terceros.

Aunque el presidente Alan García no se refirió en su discurso a la banca extranjera que funciona en el país, hay que tener en cuenta que en Perú existen seis sucursales bancarias internacionales, entre ellas una del Banco Central español. En situación ambigua están también dos sucursales con capitales mixtos una de las cuales es Extebandes de capital español y peruano.

La inusitada medida anuncia da por el presidente García ha recibido en Perú el respaldo unánime de la izquierda y el rechazo receloso de los medios conserva dores.

Según declaró ' el secretario general de la Federación de Empleados Bancarios de Perú Eduardo Castillo, ""hay que apoyar la nacionalización de la banca para que el dinero se canalice en función del desarrollo nacional y no de intereses particulares".

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En el sector político conservador, el ex presidente Fernando Belaúnde Terry y su ex ministro de Economía, Manuel Ulloa, admitieron la trascendencia de las medidas en tanto guardaban sus opiniones para una próxima declaración de su partido. Ulloa dijo que "son aspectos muy delicados y graves" los tratados por García.

La opinión de la derecha

La opinión más radical expresada por la derecha fue hecha por el senador Felipe Osterling, del Partido Popular Cristiano, quien señaló: "Iniciamos una suerte de camino velasquista en democracia", recordando así las medidas adoptadas por el general Juan Velasco Alvarado en 1970.Por otra parte, el conjunto de los empresarios peruanos se ha referido a la nacionalización de la banca como a "un atentado contra la economía", mientras los comerciantes han reafirmado este concepto, y han añadido que es "la negación de la inversión".

Dentro de la izquierda peruana, aglutinada en el frente Izquierda Unida (IU), los anuncios presidenciales han sido tomados con mesurada simpatía, aunque su órgano de expresión, La Voz, en un gran titular, anuncia que Alan García "se acerca a la izquierda" y subraya que su Gobierno ha dado "un viraje a la izquierda".

Reacción adversa

Varios parlamentarios y líderes de Izquierda Unida, entre ellos el ex alcalde y ex candidato a la presidencia, Alfonso Barrantes, observaron las similitudes que guardan las propuestas lanzadas por García y las existentes en el programa electoral que había presentado IU.[La banca norteamericana consideró ayer que la nacionalización del sistema bancario y financiero tendrá efectos negativos para Perú. "Creemos que, sí se lleva a cabo, será un error y un hecho desafortunado para los bancos en Perú", señaló un portavoz del Citicorp, corporación a la que pertenece el Citibank, que preside el comité de bancos acreedores de Perú. Otros banqueros, que prefirieron guardar el anonimato, señalaron que no les sorprendía la decisión del presidente Alan García. ""Pobre Perú", comentó uno de los ejecutivos de un bancos estadounidense refiriéndose a la anunciada nacionalización, informa Efe.]

Además del anuncio de la nacionalización de la banca, del sistema financiero y de los seguros, el cierre de las tasas de cambio y la clausura del mercado callejero del dólar, otras dos propuests sí han recibido apoyo de todos los sectores: el fin del toque de queda en. Lima, que continuará bajo estado de emergencia, y el futuro levantamiento de éste en la ciudad de Ayacucho.

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