Nicaragua acudirá a la 'cumbre' centroamericanade agosto próximo

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aceptó el miércoles por la noche (madrugada de ayer, hora peninsular) en Panamá asistir a la cumbre centroamericana que se celebrará los próximos 6 y 7 de agosto en Guatemala. Nicaragua no había dado, hasta que se produjo la mediación panameña, su conformidad al aplazamiento de la reunión de presidentes de los países centroamericanos (Costa Rica, Guatemala, Honduras, El Salvador y Guatemala), prevista para ayer y hoy.

El Gobierno de Panamá se ha congratulado del resultado de su negociación con el presidente Ortega, quien visitó el miércoles Par...

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El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aceptó el miércoles por la noche (madrugada de ayer, hora peninsular) en Panamá asistir a la cumbre centroamericana que se celebrará los próximos 6 y 7 de agosto en Guatemala. Nicaragua no había dado, hasta que se produjo la mediación panameña, su conformidad al aplazamiento de la reunión de presidentes de los países centroamericanos (Costa Rica, Guatemala, Honduras, El Salvador y Guatemala), prevista para ayer y hoy.

El Gobierno de Panamá se ha congratulado del resultado de su negociación con el presidente Ortega, quien visitó el miércoles Paramá durante siete horas para entrevistarse con su homólogo panameño Eric Delvalle para tratar de que no fracasase la cumbre.Ortega aclaró que su aceptación de una fecha a la que se había opuesto durante dos semanas obedecía a que la petición fue efectuada por un Gobierno como el de Panamá, que es miembro del Grupo de Contadora, cuyo papel negociador resaltó. Según el líder sandinista, de la cumbre centroamericana dependen futuras gestiones del Grupo de Contadora, integrado por Panamá, México, Colombia y Venezuela, y cuyo papel se había apagado desde comienzos de junio de 1986. Contadora cuenta con un Grupo de Apoyo, integrado por Argentina, Brasil, Perú y Uruguay.

El papel de Contadora

En un comunicado conjunto de los presidentes panameño y nicaragüense, se encomienda a los grupos de Contadora y de Apoyo para que "determinen cuáles deben ser los mecanismos y cómo instrumentarlos" frente a la cumbre de agosto.Ortega dijo, antes de partir de Panamá, que su Gobierno será "intransigente" en el respeto de la fecha fijada para la cumbre. "No queremos que ahora aparezcan equis gobiernos de la región a ejercer nuevamente su veto", subrayó.

Estados Unidos, según el presidente nicaragüense, es el "principal obstáculo" para la celebración de la reunión presidencial, ya que quiere romper cualquier fórmula de consenso político que conduzca a la paz. Ortega indicó, además, que antes de la reunión de Guatemala, dentro del Grupo de Contadora deben lograrse "puntos comunes" o "un consenso previo" en torno a las diferentes propuestas de paz. Panamá mostró su satisfacción por los resultados de su gestión mediadora, y ayer mismo el canciller panameño, Jorge Abadía Asías, viajó a San José para informar al Gobierno de Costa Rica sobre las conversaciones de Ortega y Delvalle.

El comandante, y jefe del Ejército panameño, general Manuel Antonio Noriega, con quien también se entrevistó Ortega, instó a "las fuerzas en conflicto" a que no sólo apoyen al Grupo de Contadora sino también al plan Arias, el proyecto de paz elaborado por el presidente Óscar Arias, de Costa Rica.

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Además de su aceptación de la fecha de la cumbre, Nicaragua ha propuesto que se celebren reuniones previas, y ha insistido en que es necesaria la intervención del Grupo de Contadora para lograr "planteamientos mínimos" antes de la cumbre.

El Gobierno sandinista se había negado a participar en la cumbre de agosto en vistas a que sólo 10 días antes de la fecha inicialmente acordada, por los gobiernos centroamericanos -25 y 26 de junio-, imprevistamente el presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte, pidió su aplazamiento, al que se adhirieron Honduras y Costa Rica.

Los sandinistas vieron en ese aplazamiento la mano de la Administración Reagan, ya que la solicitud de Duarte se realizó 24 horas después de una visita relámpago del enviado especial de la Casa Blanca para Centroamérica, Philip Habib.

El plan Arias, que se discutirá en la cumbre de agosto y que no cuenta con la aprobación de EE UU, prevé la retirada de asesores militares extranjeros de la región, un total alto al fuego y la celebración de elecciones libres y pluralistas en todos los países de la región.

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