HB y Cataluña

No puedo pretender que mi conocimiento de Humbert Roma sea profundo, pero guardo un buen recuerdo del trato profesional que tuve con él. Por eso, me sorprendió un poco ver su nombre entre los firmantes de una lista de apoyo a la candidatura de Herri Batasuna (HB) durante la pasada campaña electoral. He leído su carta publicada en EL PAÍS del pasado día 18. En ella decía que no aprobaba acciones como la de Enpetrol. Imagino que tampoco aprobará las muertes de un tiro en la nuca de civiles o militares (¿o quizá éstas un poco menos?). Pero estoy seguro que reprobará con toda firmeza el atentado d...

No puedo pretender que mi conocimiento de Humbert Roma sea profundo, pero guardo un buen recuerdo del trato profesional que tuve con él. Por eso, me sorprendió un poco ver su nombre entre los firmantes de una lista de apoyo a la candidatura de Herri Batasuna (HB) durante la pasada campaña electoral. He leído su carta publicada en EL PAÍS del pasado día 18. En ella decía que no aprobaba acciones como la de Enpetrol. Imagino que tampoco aprobará las muertes de un tiro en la nuca de civiles o militares (¿o quizá éstas un poco menos?). Pero estoy seguro que reprobará con toda firmeza el atentado de Hipercor.Según Humbert Roma, votar HB no es apoyar la "lucha armada'", sino estar a favor de un derecho fundamental a la autodeterminación. Me parece loable que desee obtener el máximo nivel de autogobierno, de independencia incluso, para cualquier pairte del Estado: la Constitución le ampara y le permite defender sus ideas hasta llegar a modificarla un día. Pero el mismo derecho tenemos el resto de españoles. Yo, personalmente, no necesito defensores encapuchados que negocien con los poderes fácticos (¿?) cómo hemos de vivir los pobres, estúpidos y desconcienciados ciudadanos. No voy a contestar una hipotética réplica de Humbert Roma, ni es mi ánimo insultar a nadie. Pero que no se engañe: estar a favor de HB es estar a favor de ETA.

Por eso, entre el humo que nos asfixia y la sangre que nos salpica a todos los barceloneses, no puedo menos que expresar lo que siento: dolor, ira y, sobre todo, vergüenza ajena.- J. M. láñez.