Cartas al director

HB y Barcelona

Los terroristas de ETA han perdido los papeles. Ya no saben cómo parecerse más a los terroristas de Atocha o Bolonia, sembrando gernikas por todo el país.También ha perdido los papeles el ministro Barrionuevo, que, ante el más absoluto fracaso en todos los campos de su política de Interior, pudo haber dimitido hace tiempo con dignidad y ahora sólo podría hacerlo con simple resignación.

La sociedad española tampoco sabe muy bien dónde están sus papeles. ¿Dónde están las movilizaciones de las zonas de alto riesgo, como la Costa del Sol, zonas industriales o ciudades popu...

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Los terroristas de ETA han perdido los papeles. Ya no saben cómo parecerse más a los terroristas de Atocha o Bolonia, sembrando gernikas por todo el país.También ha perdido los papeles el ministro Barrionuevo, que, ante el más absoluto fracaso en todos los campos de su política de Interior, pudo haber dimitido hace tiempo con dignidad y ahora sólo podría hacerlo con simple resignación.

La sociedad española tampoco sabe muy bien dónde están sus papeles. ¿Dónde están las movilizaciones de las zonas de alto riesgo, como la Costa del Sol, zonas industriales o ciudades populosas como Valencia o Sevilla? ¿Hace falta que nos pongan una bomba para que salgamos, una vez más, a gritar a la calle mientras los terroristas se congratulan por el éxito de la acción? No olvidemos que tienen una mínima infraestructura en todo el país, facilitada, por los votantes de HB fuera del País Vasco.

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En una manifestación de protesta contra el atentado de Hipercor, en Barcelona, es decir, contra el terrorismo, o sea, contra la muerte, un grupo de gente pedía a gritos la reimplantación de la pena de muerte. ¿No es una contradicción? De entrada, la pena de muerte disminuye el respeto por la vida humana en general pero, además, tendría efecto estimulante para los terroristas, ya que se crearían mártires que serían enarbolados como banderas de su perversa causa para la consecución de nuevos actos asesinos. La represión con la pena de muerte de la acción terrorista provocaría nuevos atentados. Recordemos que en las dos semanas que siguieron a las ejecuciones de terroristas de octubre de 1975 nueve policías fueron víctimas de atentados. La pena de muerte solamente trae más muerte, en cualquier caso. En vez de amonal, garrote vil con premeditación y alevosía, como los terroristas. Tengamos calma, movilicémonos con,cordura y no perdamos todos nuestros papeles.- José María Rodríguez Rodríguez. .

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