Felipe González propone un diálogo entre deudores y acreedores ante la crisis de los países en desarrollo

J. MARTÍNEZ ENVIADO ESPECIAL, El presidente del Gobierno, Felipe González, urgió ayer al diálogo entre los países deudores y acreedores "para conseguir un punto de encuentro" que permita una adecuada salida a la crisis de la deuda externa "que preserve el sistema financiero internacional y las expectativas legítimas de los países en desarrollo". Mientras, medios políticos brasileños destacan, "sumamente complacidos", la disposición española a transformar su deuda con Brasil, 600 millones de dólares (78.000 millones de pesetas), en inversiones en este país, como una fórmula para mejorar los flu...

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J. MARTÍNEZ ENVIADO ESPECIAL, El presidente del Gobierno, Felipe González, urgió ayer al diálogo entre los países deudores y acreedores "para conseguir un punto de encuentro" que permita una adecuada salida a la crisis de la deuda externa "que preserve el sistema financiero internacional y las expectativas legítimas de los países en desarrollo". Mientras, medios políticos brasileños destacan, "sumamente complacidos", la disposición española a transformar su deuda con Brasil, 600 millones de dólares (78.000 millones de pesetas), en inversiones en este país, como una fórmula para mejorar los flujos económicos bilaterales y al mismo tiempo como un deseado precedente para otros países. La deuda externa de Brasil asciende a 115.000 millones de dólares.

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Felipe González fue obsequiado ayer por las autoridades brasileñas con tal cantidad de elogios a su biografía política y a su persona que se sonrojó en varias ocasiones. Primero en la Asamblea Nacional constituyente, después en su visita al Tribunal Supremo Federal. Finalmente fue el presidente de la República, José Sarney el que inundó de frases elogiosas al jefe del Gobierno español, en el acto de la firma del comunicado conjunto con el que terminó el programa político de González en la capital de Brasil. Tales fueron las frases admirativas que González, emocionado improvisó su discurso dejando al lado el que había escrito previa mente. Su brillante oratoria e ¡in provisación sorprendieron a los periodistas e invitados brasileños que intentaban seguir el discurso escrito que se les había entregado previamente.El comunicado conjunto constituye una extensa declaración política, resaltando la nueva dimensión de las relaciones hispano-brasileñas, pero no contiene inédidas concretas sobre los intercambios comerciales, fuertemente desfavorables para España y cuya corrección era uno de los objetivos de este viaje.

Proceso de transición

En su discurso ante una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional constituyente -el acto político más importante de su visita a Brasil- González hizo una detallada exposición sobre el proceso de la transición española, un modelo seguido en este país con gran interés por sus similitudes con el actual proceso constituyente brasileño. El jefe del Gobierno español reafirmó los "especiales vínculos" de España con Latinoamérica y mostró su esperanza en que la "consolidación de la democracia y la colaboración para encontrar una vía de solución al problema económico y financiero latinoamericano" se plasme en el horizonte de 1992, una fecha, dijo, que España desea que tenga "un contenido de futuro y no se convierta sólo en la efemérides del descubrimiento". De la intervención de Felipe González ante los constituyentes brasileños, la referencia a la deuda externa arrancó dos o tres salvas de aplausos, una respuesta inequívoca de la enorme importancia que la situación económica tiene en la vida brasileña. González dijo que hay que "compaginar los compromisos de la deuda externa con el crecimiento económico, para que la deuda no se convierta en un estrangulamiento que ahogue el desarrollo económico y social y frustre la aspiración de libertad de los pueblos".

"Hoy día empieza a reconocerse que es imposible resolver el problema de la deuda con criterios exclusivamente técnicos", añadió el jefe del Gobierno español. "Es necesario el establecimiento del diálogo para Regar a una solución que, al tiempo que asuma el carácter financiero de la deuda, tenga en cuenta el enorme entramado de problemas políticos y sociales que pueden afectar a la misma viabilidad de los sistemas democráticos y a las necesidades de progreso-económico y social".

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Inversiones

La disposición española para que su deuda con Brasil se convierta en inversiones ha sido destacada por la parte brasileña como, una propuesta española, mientras medios españoles lo admiten sólo como una posibilidad Esta deuda, de 600 millones de dólares, apenas representa el 0,6% del total de la deuda brasileña. Pero su eventual cambio por inversiones españolas aquí constituiría un precedente para los compromisos brasileños con otros países. El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, que ayer se entrevistó con su homólogo, Luiz Carlos Bresser Pereira, y con los ministros de Transportes, Reinaldo Tavares, y de Regadíos, Vicente Fialho, se mostraba ayer "moderadamente optimista" a la hora de valorar los resultados concretos de la visita.

Como respuesta a su intervención ante la Asamblea Constituyente, Felipe González recibió tal cantidad de elogios personales que le hicieron sonrojarse en algunos momentos. Especialmente llamativo fue el número de adjetivos y frases admirativas sobre González hechas por el gran patricio de la joven democracia brasileña Ulysses Guimaraes, el tripresidente (del partido mayoritario PMDB, del Congreso y de la Asamblea Constituyente). Felipe González comentaría después con un grupo de periodistas que nunca le habían dirigido tantos elogios juntos y bromeó: "es una demostración de que uno nunca es profeta en su tierra". "Eso quizás quiere decir que voy a empezar a perder prestigio aquí", añadió sonriendo.

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