La pasada feria de San Isidro ha sido la de percances más graves en toda su historia

La feria de San Isidro, que acabó el pasado martes, ha sido la que batió la marca en cuanto al número de percances graves sucedidos en toda la historia del referido abono. Las dos cogidas más graves las sufrieron Joselito y José Luis Ramos y les pudieron costar la vida. Ambas ocurrieron en los cuatro primeros días del ciclo.Ésta es la conclusión a que ha llegado el doctor Máximo García Padrós, jefe del equipo médico encargado de la enfermería de la plaza: "He revisado las estadísticas desde 1939 y nunca se dieron tan seguidas dos cornadas casi mortales: la de Ramos, con el pulmón destrozado, q...

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La feria de San Isidro, que acabó el pasado martes, ha sido la que batió la marca en cuanto al número de percances graves sucedidos en toda la historia del referido abono. Las dos cogidas más graves las sufrieron Joselito y José Luis Ramos y les pudieron costar la vida. Ambas ocurrieron en los cuatro primeros días del ciclo.Ésta es la conclusión a que ha llegado el doctor Máximo García Padrós, jefe del equipo médico encargado de la enfermería de la plaza: "He revisado las estadísticas desde 1939 y nunca se dieron tan seguidas dos cornadas casi mortales: la de Ramos, con el pulmón destrozado, que si llegan a tardar un par de minutos más en traerlo se queda en el camino, y la de Joselito, al que el asta del toro rozó vasos sanguíneos ¡mportantísimos en su cuello. Ambos han tenido mucha suerte, dentro de la desgracia".

García Padrós señala que estos percances, ocurridos el pri rrier y el cuarto día de la feria causaron una psicosis que afortunadamente se cortó, aunque las cogidas de El Soro y Carlos Aragón Cancela también fueron fuertes. El doctor, que operé, a los cuatro en la enfermería, se muestra orgulloso de que El Soro ya haya reaparecido, y que en fechas próximas lo vayan a hacer Cancela y Joselito, que ya están en sus casas. El único todavía ingresado es el novillero Ramos, que permanece en la residencia de la Seguridad Social de Salamanca y al que le quedan al menos cuatro meses de recuperación.

Desde el callejón

En total, durante la feria fueron atendidas 78 personas en la enfermería: 63 espectadores, a con secuencia de caídas o lipotimias y, 15 matadores de toros, banderilleros o picadores. "Ha sido una de las cifras más altas desde que se conservan los archivos de la enfermería", comenta el doctor, para el que tampoco es normal lo ocurrido en la feria de 1986, en la que no se atendió a ningún torero.El doctor presencia las corridas en el callejón de la plaza, al lado de la puerta que da acceso a la enfermería, junto a su padre, el también cirujano taurino Máximo García de la Torre -ya jubilado, pero que ayuda con sus expertos consejos-, y el resto del equipo. Desde esta óptica de aficionado destaca las corridas de Baltasar Ibán y Miura, y las actuaciones de Mendes, Ruíz Miguel, Robles, José Antonio Campuzano y Rafi de la Viña.

Por otra parte, en la feria de este año se ha recaudado un total de 580 millones de pesetas, 60 millones más que en 1986. El promedio de venta de localidades fue del 97,50% sobre el total del aforo, correspondiendo el 98,80% a las corridas de toros y el 88,70% a las novilladas.

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