Argentina, Uruguay y Brasil ratifican su integración

El intercambio de información sobre la situación interna de los tres países ocupó una parte importante de la reunión que mantuvieron ayer en Montevideo los presidentes de Uruguay, Argentina y Brasil. La reunión de Julio María Sanguinetti, Raúl Alfonsín y José Sarney estaba prevista en la agenda de la integración económica iniciada hace dos años, pero nunca como ahora habían asomado las crisis políticas de dos países en transición a la democracia -Argentina y Uruguay- y del Gobierno de Brasil, nacido bajo la tutela militar.

Alfonsín concluyó con esta reunión su visita oficial de tres día...

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El intercambio de información sobre la situación interna de los tres países ocupó una parte importante de la reunión que mantuvieron ayer en Montevideo los presidentes de Uruguay, Argentina y Brasil. La reunión de Julio María Sanguinetti, Raúl Alfonsín y José Sarney estaba prevista en la agenda de la integración económica iniciada hace dos años, pero nunca como ahora habían asomado las crisis políticas de dos países en transición a la democracia -Argentina y Uruguay- y del Gobierno de Brasil, nacido bajo la tutela militar.

Alfonsín concluyó con esta reunión su visita oficial de tres días a Uruguay. El martes firmó, junto con Sanguinetti, el Acta de Montevideo. La declaración, de siete puntos, reitera la reclamación a los países desarrollados por la baja en los precios internacionales que afectan a sus exportaciones y ratifica la integración de los dos países mediante un convenio de cooperación económica. Ayer, el presidente de Brasil, José Sarney, se trasladó sólo por siete horas a Montevideo para reunirse con Alfonsín y Sanguinetti.En un improvisado discurso dirigido a la Corte Suprema de Justicia de Uruguay, el presidente argentino admitió que para la vigencia cabal de la democracia y "para que los países de América Latina puedan ser considerados serios y confiables, las fuerzas armadas deben superar el corsé del comportamiento corporativo". Alfonsín y Sanguinetti coincidieron en el diagnóstico de los problemas que tienen en estos momentos Argentina y Uruguay. La derecha civil y militar argentina le exige a Alfonsín una solución parlamentaria a la uruguaya -amnistía y reivindicación de la guerra sucia contra la subversión- y la izquierda reclama en Uruguay la celebración de un referéndum para que el pueblo vote por la derogación de esas leyes.

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