Oposición a que se comercialice el grano de EE UU hasta que no se agote el nacional

Los cooperativistas reunidos en la Asociación Española de Cooperativas Agrarias (AECA) consideran que las importaciones preferenciales de maíz y sorgo de Estados Unidos no deberían salir al mercado español hasta que no se hayan agotado las existencias nacionales. España debe importar, según el acuerdo entre la CE y EE UU, un total de 2,3 millones de toneladas de esos cereales. El sector cerealero se muestra preocupado, ya que estas importaciones deberán absorberse en un año en que la cosecha nacional de grano, según los cálculos del SENPA y de las multinacionales del sector, se prevé buena....

Los cooperativistas reunidos en la Asociación Española de Cooperativas Agrarias (AECA) consideran que las importaciones preferenciales de maíz y sorgo de Estados Unidos no deberían salir al mercado español hasta que no se hayan agotado las existencias nacionales. España debe importar, según el acuerdo entre la CE y EE UU, un total de 2,3 millones de toneladas de esos cereales. El sector cerealero se muestra preocupado, ya que estas importaciones deberán absorberse en un año en que la cosecha nacional de grano, según los cálculos del SENPA y de las multinacionales del sector, se prevé buena.

A principios de este mes, el SENPA consideraba que se recolectarían seis millones de toneladas de trigo y 11 de cebada. También las multinacionales del sector de la fabricación de piensos han hecho sus cálculos. Así, mientras Cindasa se limita a decir que "las previsiones son muy buenas", otra firma, Continental, cree que la cosecha de cebada se elevará a los nueve millones de toneladas, la de maíz a 3,5 millones y la de trigo a 5,5 millones de toneladas. La sociedad Sesotris, por su parte, indica que se recogerán ocho millones de toneladas de cebada y cinco millones de trigo.No obstante, en los últimos días, según la Coordinadora de Organizaciones Agrícolas y Ganaderas (COAG), las previsiones están empeorando y no se espera que la cosecha sea tan importante. En algunas zonas, como Aragón, la recolección de cereales será menos cuantiosa de lo esperado. Así, la COAG considera que la cosecha de cebada estará en torno a los ocho millones de toneladas y la de maíz sobre los 3,5 millones, aunque sus representantes señalan "que aún es pronto para dar una previsión certera.

Al mismo tiempo, la Comunidad Europea aún no ha puesto en marcha la normativa para la comercialización de las importaciones norteamericanas de cereales. Así, sigue sin conocerse el reglamento que regulará el mecanismo de los precios del maíz y del sorgo estadounidense. El retraso de la normativa comunitaria. y la abundante cosecha que se prevé en el sector cerealero español está provocando una cierta preocupación entre los agricultores. Por eso, los cooperativistas reunidos en AECA consideran que primero debería venderse el cereal español y luego comenzar a comercializar el norteamericano. Esta postura se enfrenta, no obstante, con el hecho de, que en los próximos seis meses España deberá importar 2 millones de toneladas de maíz y 300.000 toneladas de sorgo de EE UU.

Proceso organizativo

Por otro lado, en el seno de la AECA se ha decidido crear la Unión de Cooperativas de Cereales de España. Por el momento, ya se ha elegido una comisión gestora que legalice la citada unión. En ella se encuentran representados cerealistas de cooperativas de las regiones de Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha, Madrid, Aragón y Castilla y León.Esta nueva unión de cooperativas, al igual que las organizaciones agrarias y que el Gobierno español, considera que no se deben reducir los precios ni los períodos de intervención de los cereales. La reducción de los períodos de intervención ha sido propuesta por la Comisión Europea, y esta medida afectaría negativamente a España, donde el período de recolección es mucho más largo y temprano que en el resto de la CE.

Los miembros de la Unión de Cooperativas de Cereales de España solicitan del Gobierno que se establezcan unos incrementos mensuales de los precios que reflejen los costes de almacenamiento que deben asumir los agricultores. También esperan conseguir la estabilización de las importaciones de sustitutivos de cereales y tratarlos en función de su valor forrajero.