Crítica:CANCIÓN

Larga vida a la Montiel

Sara Montiel no es una santa, pero es la madre de Zeus (Sara y Pepe Tous tienen dos hijos, Zeus y Thais). De esta forma, la Montiel se ha sabido infiltrar limpiamente en el elenco de las teogonías, habida cuenta de que Zeus es el padre de los dioses. Ella nació en un lugar de La Mancha de cuyo nombre no logro acordarme, pero ya se sabe de lo que son capaces algunos monstruos de similar origen: a La Mancha le va la marcha de la inmortalidad. Sara es una diosa pagana para los paganos, es decir, para los que no andan con estrecheces a la hora de pagar. Sin embargo, el precio está justificado con ...

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Sara Montiel no es una santa, pero es la madre de Zeus (Sara y Pepe Tous tienen dos hijos, Zeus y Thais). De esta forma, la Montiel se ha sabido infiltrar limpiamente en el elenco de las teogonías, habida cuenta de que Zeus es el padre de los dioses. Ella nació en un lugar de La Mancha de cuyo nombre no logro acordarme, pero ya se sabe de lo que son capaces algunos monstruos de similar origen: a La Mancha le va la marcha de la inmortalidad. Sara es una diosa pagana para los paganos, es decir, para los que no andan con estrecheces a la hora de pagar. Sin embargo, el precio está justificado con toda honestidad, porque la actuación de la Santísima va precedida de uno de los espectáculos de musichall más fastuosos y divertidos que se han montado jamás en esta villa: Fantasía de Madrid.¿Cuántos años tiene Sara Montiel? Eso no me lo preguntéis a mí, que soy ignorante; doctores tiene la prensa del corazón que lo sabrán responder. Lo cierto es que se marca un tango con uno de los muchachos del ballet y parece una jovenzuela saltarina, moldeable y fatal. Lo cierto es que mantiene una belleza esplendorosa, unos pechos románicos en el empaque y góticos en la profundidad, unas pantorrillas corintias y un no sé qué sarraceno.

Sara Montiel

Scala Meliá Castilla. Madrid, del 13 al 17 de mayo.

La belleza seguramente se la dio Dios, mientras que el demonio se encargó de los detalles sensuales. Luzbel no quiso quedarse corto y la transmitió también el secreto de la cosmética y del fuego. No es extraño que esta brasa provoque incendios.

Cuplés, boleros, tangos, chotis, nostalgias, paseos triunfales por la sala tumbándose en el regazo de los señores como si fueran una chaise-longue, lentejuelas, marabús, voz amarga como la cerveza y bronca como el aguardiente.

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