Cierres de instalaciones en el acero común

Las 20 empresas de acero común produjeron el pasado año más de seis millones de toneladas de acero, casi la mitad de la producción nacíconal, pero su capacidad de laminación es de 9,7 millones de toneladas.Industria ha renunciado a patrocinar un plan de reestructuración para este sector y deja que sean las propias empresas las que decidan la cuantía del cierre. En el mejor de los casos, éste debe rondar los tres millones de toneladas. La decisión sobre el cierre de instalaciones no se va a producir hasta que los planes de reajuste de la siderurgia integral y de aceros especiales estén cerrados...

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Las 20 empresas de acero común produjeron el pasado año más de seis millones de toneladas de acero, casi la mitad de la producción nacíconal, pero su capacidad de laminación es de 9,7 millones de toneladas.Industria ha renunciado a patrocinar un plan de reestructuración para este sector y deja que sean las propias empresas las que decidan la cuantía del cierre. En el mejor de los casos, éste debe rondar los tres millones de toneladas. La decisión sobre el cierre de instalaciones no se va a producir hasta que los planes de reajuste de la siderurgia integral y de aceros especiales estén cerrados, en una estrategia de lla Administración dirigida. a simplificar las tensiones.

Las empresas de acero común pretenden reducir la actual plantilla a la mitad, lo que daría. un excedente de 5.000 trabajadores. Los sindicatos se han negado en principio a todo ajuste laboral que no quede amparado en la jubilación anticipada para mayores de 55 años. lo cual puede reducir inicialmente la cifra a 3.000. En total, la siderurgia perderá como mínimo 8.000 empleos, cifra a añadir a los 12.000 excedentes producidos en los últimos años.

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Lo que la Administración ofrece no es un plan, sino ayudas por tonelada achatarrada, que oscilarán en torno a la media concedida en la CE, unas 10.000 pesetas. El sector pretende casi el doble. Aunque la mayoría de estas empresas ha ganado dinero hasta 1985, buena parte de ellas tienen amortizaciones en curso. Las ayudas de 1982, en lugar de servir para reducir el millón de toneladas proyectado, fueron utilizadas para modernizar instalaciones, con lo que la producción aumentó en 700.000 toneladas. Ahora sólo queda hacer frente a una crisis marcada por un mercado interior deprimido y con una exportacion que sólo absorberá el 30% de la producción en lugar del 70% de años pasados.

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